Volkswagen: del proyecto de coche popular de Hitler al escándalo de los motores diésel

  • Hitler creó la marca con la intención de fabricar un "coche del pueblo". Sin embargo, la Segunda Guerra Mudial truncó su proyecto.
  • Desde 1938 hasta 1974 Volkswagen dedicó su producción a un modelo único: el conocido como 'Escarabajo'.
  • La popularización del motor diésel de la marca cumple cuarenta años, justo en el momento en el que se ha descubierto su fraude en las emisiones contaminantes.
  • Las claves del caso Volkswagen: ¿cómo se engañaba a la inspección medioambiental?
Hitler, durante el discurso de inauguración de la fábrica de Volkswagen.
Hitler, durante el discurso de inauguración de la fábrica de Volkswagen.
GTRES
Hitler, durante el discurso de inauguración de la fábrica de Volkswagen.

En 1938 el primer turismo con un motor diésel, un Mercedes, llevaba ya 4 años circulando; Ford había dejado de fabricar su popular Modelo T once años antes, y Adolf Hitler contrataba a Ferdinand Porsche para llevar a cabo su sueño de fabricar un "coche del pueblo", un "Volks-Wagen", en alemán.

Su proyecto era construir un vehículo sencillo y barato que pudiese estar al alcance de la mayoría de los alemanes, un intento de imitar la idea del Modelo T, que en Europa no había cuajado.

Según las ideas de Hitler, la fábrica debía disponer de su propia ciudad anexada, Volks-Burg, para alojar a los trabajadores y sus familias.

Hitler llamó al automóvil Kdf-Wagen, iniciales de "Kraft durch Freude" ("fuerza a través de la alegría"), un nombre que no consiguió imponerse ni entre los empleados ni en Alemania, donde fue conocido directamente como Volkswagen.

Porsche realizó los diseños del automóvil, pero fue el propio Hitler quien le dió los últimos retoques, modernizando los faros y añadiendo un embellecedor lateral que le daba un aire deportivo para la época. Unas líneas redondeadas que terminaron dándole el apodo de 'Escarabajo' o 'Beetle', el primer y único vehículo que fabricó la empresa hasta 1974.

Para que los alemanes pudiesen acceder a este automóvil de bajo costo, el gobierno nazi ideó un sistema de financiación en el que los compradores aportaban 5 marcos semanalmente, hasta cubrir la aportación necesaria. El proyecto llegó a reunir la nada desdeñable cantidad de 286 millones de marcos, pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial truncó los planes y nadie recibió su Kdf-Wagen.

Después de la guerra el dinero fue requisado por los rusos como reparación de daños y los británicos se quedaron con la fábrica que, con la ayuda de los trabajadores alemanes que quedaban en ella, consiguieron arrancar con una producción de 1.000 unidades en marzo de 1946. La fábrica volvió a manos de los alemanes en septiembre de 1948.

Los años 50 supusieron la década de expansión del 'Escarajabo', tanto en Europa como en América. En 1955 salió de la fábrica el ejemplar un millón, y no es hasta 1967 que Volkswagen experimenta su primera crisis de ventas: la producción cae en 300.000 unidades y las ventas se reducen en unas 200.000, por lo que la marca tiene que bajar los precios.

Treinta y un años después del nacimento de la marca, en 1969, Volkswagen realiza un giro radical en su estrategia de mercado ampliando su catálogo de vehículos. Nacen los modelos K70, Passat y Scirocco.

Tras la absorción de otras dos empresas automovilísticas alemanas, Volkswagen se convierte en 1972 en el mayor fabricante de automóviles del mundo, con 15.007.034 unidades producidas, y el Escarabajo supera el récord de producción del Ford T, para dejar de fabricarse dos años después.

Cuarenta años de la popularización del motor diésel de Volkswagen

En 1975 un nuevo motor, instalado en el modelo Golf, revoluciona el mercado. El motor diésel, que marcas como Mercedes-Benz ya usaban en modelos más exclusivos, se popularizó gracias su bajo consumo de 22 Km/l.

Seis años después Volkswagen presenta su proyecto de motor turbodiésel, presentado por la compañía como "una gran contribución para reducir el consumo de combustible y la contaminación medioambiental".

Ante el aumento de la conciencia medioambiental en la población, Volkswagen lanza en 2010 el concepto "Think Blue" ("piensa azul"), una campaña para la protección medioambiental y la conducción sostenible, que ahora choca de frente con la estafa de sus motores diésel.

Por un lado la compañía ofrecía a sus compradores la faceta de querer ser "el fabricante de automóviles más sostenible del mundo", con un programa de "CO2 Neutral" en el que se comprometen a plantar un árbol por cada coche que venda. Según la marca en España, estos árboles están plantados en siete bosques repartidos por Navarra, Albacete, Cantabria o Palencia.

Por otro, y cuarenta años de la implantación de su motor diésel, se ha descubierto que la compañía falseaba las emisiones de sus motores diésel, en al menos 11 millones de vehículos, instalando un software que reducía las emisiones cuando el vehículo era inspeccionado, pero que en carretera llegaba a emitir hasta 35 veces más contaminantes de los permitidos.

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