El juez Pablo Ruz está dando los últimos coletazos, antes de dejar la plaza, en la instrucción de la segunda etapa de la trama Gürtel, la del periodo posterior al año 2006, que investiga principalmente los negocios irregulares de la red de Francisco Correa en el municipio de Boadilla del Monte. En un auto fechado el 23 de marzo, el magistrado llama a declarar el 15 de abril en calidad de imputada a Alicia Vallejo López, quien fue pareja del exalcalde de Boadilla, Arturo González Panero, alias el albondiguilla, también imputado en el caso. Vallejo es funcionaria del Consistorio y jefa del Área de Patrimonio y Compras. Actualmente está de baja, anque en la etapa de Panero como alcalde Vallejo López era la responsable de firmar muchos informes jurídicos y se encargaba del inventario municipal, según fuentes municipales.

El juez la cita "por la posible comisión de un delito de blanqueo de capitales" por la venta de un piso "a una sociedad, a sabiendas que la misma pertenecía a Arturo González Panero y de que sus fondos tenían una procedencia indiciariamente ilícita". Como ya publicó 20minutos, un informe del 1 de agosto de 2014 de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria (ONIF), que está siguiendo el rastro del dinero que Panero pudo cobrar en sobornos entregados por la trama, revela la existencia de una empresa llamada Solarus Internacional, constituida en Holanda en marzo de 2003.

Solarus Internacional es dueña del 100% de Solarus Ibérica. Los activos de Solarus proceden de transferencias de otra empresa llamada Tuetex, "que a su vez recibe el dinero de otra empresa panameña llamada LongRidge International", según Hacienda, con cuentas en un banco suizo y cuyo único beneficiario era Elena Villarroya, la exesposa de Panero, también imputada en el caso. Solarus Ibérica, es decir, una empresa tapadera de Panero, según Hacienda, compró un piso en junio de 2007 a su entonces amante Alicia Vallejo. El piso que vendió Alicia Vallejo tuvo un valor declarado de 495.000 euros, según la ONIF. Ruz quiere saber ahora en boca de Vallejo más detalles de esta venta.

En un escrito enviado a este diario, Vallejo asegura que la venta de esta vivienda "se generó a raíz de mi separación sentimental... la empresa que adquirió mi vivienda se puso en contacto conmigo porque estaba interesada en comprármela, no habiendo tratado en ningún momento con el señor González Panero la venta de la misma".

Vallejo entró en el Ayuntamiento como interina en 1998, cuando Panero era concejal de Personal. En agosto de 2008 fue adjudicataria de un piso protegido en Boadilla, cuando Panero era alcalde y ella mantenía una relación con el entonces regidor, según declaró en sede judicial la exesposa de Panero, Elena Villarroya. Este adjudicación provocó que en septiembre del año pasado el Ayuntamiento de Boadilla, del PP, pidiera ya a Ruz la imputación de Alicia Vallejo "por la presunta adjudicación irregular en el año 2008 de una vivienda de promoción local ya que, según la documentación obrante en la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda de la localidad, no cumpliría con los requisitos legales para acceder a dicha adjudicación".

El Ayuntamiento se hacía eco del informe de la ONIF, que aseguraba que Vallejo era propietaria de un piso en junio de 2007, cuando lo vendió a Panero. Pero según el Consistorio, Vallejo había firmado el 26 de marzo de 2007, en el proceso de solicitud de la vivienda protegida, "una declaración jurada en la que manifestó no haber sido titular de dominio o derecho real de uso y disfrute de la vivienda libre en todo territorio nacional". Por tanto, según el Ayuntamiento, "la referida adjudicación resultaría igualmente irregular".

El Ayuntamiento concluía en su escrito a Ruz que "parece inferirse que la venta de la vivienda de la calle Ana de Austria [la de Vallejo a la empresa tapadera de Panero] sirvió, presuntamente, para dar apariencia de legitimidad a la financiación de la irregular adquisición por parte de Alicia Vallejo López de la vivienda protegida". Para más inri, los 80 pisos protegidos de la promoción fueron construidos por una promotora investigada en la causa, la constructora leonesa Teconsa, cuyos dirigentes están imputados. Según el sumario judicial, Teconsa habría pagado comisiones por valor de 1,8 millones de euros a los políticos de Boadilla a cambio de recibir el encargo de varias obras en el municipio.

En la investigación ha servido también la declaración de Elena Villarroya, exesposa de Panero, a la que ha tenido acceso este diario. Villarroya explicó al juez que ella no era la dueña de la empresa Solarus, la que compró el piso a Vallejo, ya que nunca había oído hablar de esa sociedad. Cuando en el proceso de su defensa Villarroya se enteró de que la sociedad Solarus había comprado un piso en Boadilla "puse en el GPS la dirección y pasé por allím y mis hijos me dijeron que era la casa donde vivía Alicia antes de irse a vivir a la casa de protección oficial". Cuando le preguntaron quién era Alicia, Villarroya declaró que "era la amante de mi exmarido. Desde el año 2006 mínimo está manteniendo relaciones porque descubrí unas fotos en casa, que estaban fechadas".

La declaración de Villarroya apuntala que había una relación entre el vendedor del piso, Alicia Vallejo; y el comprador, la empresa que supuestamente pertenece a Panero, pero cuyo titular era la exesposa. Según ella, la utilizaron sin su consentimiento para crear esta empresa.