Cientos de personas conmemoraron este martes el primer aniversario del atentado de la maratón de Boston en el que fallecieron tres espectadores con una ceremonia de homenaje en la que se mostro con orgullo cómo la ciudad ha conseguido sobreponerse al terrorismo.

En el centro de convenciones Hynes, a pocos metros de donde se produjeron las explosiones, se recordó a Martin Richard, de 8 años, Krystle Campbell, de 29, y Lu Lingzi, de 23, que fallecieron en las dos explosiones, y a Sean Collier, de 26, un policía que murió tiroteado varios días después en el inicio de la persecución de los autores.

Familiares de las víctimas, policías, bomberos, equipos de emergencias, cirujanos, psicólogos y voluntarios que ayudaron a las víctimas desde la dantesca escena hasta el largo proceso de rehabilitación fueron también ovacionados.

El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que el espíritu de los supervivientes es un ejemplo de que "Estados Unidos jamás puede ser derrotado".

Biden afirmó que las familias de las víctimas y los más de 260 heridos son un ejemplo para el país y quienes sufren una tragedia: "Subestimáis el ejemplo en que os habéis convertido", añadió.

El gobernador de Massachusetts, el estado en que se encuentra Boston, Deval Patrick, destacó cómo la ciudad reaccionó ante el atentado y cómo "ha demostrado el triunfo del sentimiento de comunidad".

"Sabemos que no es fácil pasar por esa línea de meta cada día", explicó el que fue alcalde de la ciudad durante casi 20 años hasta este año, Tom Menino, que se llevó una de las mayores ovaciones.

"Boston es fuerte en este lugar roto", aseguró Menino, que utilizó el lema que ha adoptado la ciudad para demostrar su capacidad de superación: "Boston Strong" (Boston fuerte).

Dos coronas marcan este martes los puntos de la calle Boylston donde se produjeron las explosiones, frente a las cuales los transeúntes se detiene para tomar fotos, rezar o guardar un momento de silencio.

Los hermanos Tamerlán y Dzhokhar Tsarnaev, residentes en la vecina Cambridge, colocaron el tercer lunes de abril, día festivo del Patriota y fecha de la tradicional maratón de la ciudad, dos ollas a presión con explosivos en medio de la multitud.

Después de tres días de investigación, los dos hermanos reaparecieron en Cambridge y mataron a Collier, agente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), con lo que se inició una espectacular huida de casi 24 horas en la que Tamerlán resultó muerto y Dzhokhar detenido.

Ante la llegada de ese tercer lunes de abril, que este año cae en el día 21, la meta de la carrera se ha alzado como una demostración de vuelta a la normalidad y orgullo de la ciudad.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también se sumó este martes al homenaje a las víctimas y elogió "el increíble coraje" y el "liderazgo de muchos de los bostonianos" que ayudaron en las labores de socorro.

"Cuatro personas inocentes murieron esa semana y cientos más resultaron heridas. Hoy recordamos a Krystle Campbell, Lingzi Lu, Martin Richard y Sean Collier. Elevamos nuestro pensamiento y oraciones por los que aún luchan por recuperarse", dijo el presidente en un comunicado.

"También sabemos que las imágenes más vívidas de aquel día no eran del humo y el caos, sino de la compasión, la bondad y la fuerza: Un hombre con un sombrero de vaquero ayudando a poner fuera de peligro a un extraño herido; corredores abrazando a sus seres queridos y los unos a los otros; un sanitario llevando a un espectador a un lugar seguro", relató Obama al recordar aquel día.

El presidente dio las gracias por su valentía tanto a bomberos, policías, médicos y enfermeros, como a los corredores y espectadores que este martes hace un año fueron sorprendidos por las bombas.