El procesado negó su participación en el transporte de los explosivos con los que se cometieron los atentados del 11-M y explicó que los hermanos Ahmidán le llamaron para que hiciera unos trabajos en la finca de Morata de Tajuña, entre ellos un agujero donde se encontraron restos de explosivos, que según aseguró, se utilizó para dar de comer a las cabras de la finca.

No explicó un viaje entre Jamal Ahmidan y él a Burgos ni el argot empleado entre ambos, para aclarar que significaba para ellos la palabra 'clavo grande'.

Cuando concluya su interrogatorio, el proceso seguirá con los demás acusados de acuerdo con lo previsto: los siguientes serán Rachid Aglif y Abdelilah el Fadual el Akil . Al primero, para el que piden 21 años de cárcel, se le sitúa en la primera reunión entre los asturianos y 'El Chino' para la compra-venta de los explosivos.