'David' Capriles desafía a 'Goliat' Chávez para tumbar su proyecto de 'socialismo del siglo XXI'

  • España se juega mucho en estos comicios; un triunfo de Capriles abriría incentivos para la inversión y acercaría a ambos países en temas de terrorismo.
  • "Será David contra Goliat", comenta la Directora del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca sobre las opciones de la oposición a Chávez.
  • El abogado Henrique Capriles, de 40 años, líder de la alianza Mesa de la Unidad Democrática, es el primer candidato que reta seriamente a Chávez desde 1999.
  • Las elecciones se celebran este domingo 7 de octubre.
  • PERFIL: Capriles, el joven que desafía la continuidad de Chávez.
  • PERFIL: Chávez, el presidente que quiere ser 'eterno' en Venezuela.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (izq.) y el candidato de la oposición venezolana Henrique Capriles Radonsky (dcha.) en dos actos de campaña electoral.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (izq.) y el candidato de la oposición venezolana Henrique Capriles Radonsky (dcha.) en dos actos de campaña electoral.
EFE / MIGUEL GUTIÉRREZ y MANURE QUINTERO
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez (izq.) y el candidato de la oposición venezolana Henrique Capriles Radonsky (dcha.) en dos actos de campaña electoral.

¿Realineamiento o continuismo? Cerca de 19 millones de personas están llamadas este domingo a votar en Venezuela para poner fin al socialismo del siglo XXI promulgado por Hugo Chávez o, por el contrario, profundizar en el movimiento bolivariano que el presidente venezolano inició en 1998, se propagó a otros países de la región como Bolivia, Nicaragua o Ecuador, y cimentó un eje de confrontación con los regímenes capitalistas occidentales.

No será la primera vez que Hugo Chávez ponga a prueba su liderazgo. El presidente venezolano, a sus 58 años, lleva 14 en el poder y en el camino ha superado otras dos citas electorales. Pero aunque las encuestas le colocan como favorito para ampliar su cargo seis años más, por primera vez se enfrenta a un candidato con verdaderas posibilidades de plantarle cara en las urnas pese a partir con la desventaja de no tener de su lado la máquina de poder en Venezuela.

Henrique Capriles, abogado de 40 años, viene precedido por la fama de no haber perdido ninguna de las elecciones a las que ha concurrido. Por el camino, pese a su juventud, ha tenido tiempo de ser congresista, alcalde y gobernador estatal. Y se impuso en febrero en las elecciones primarias que dieron origen a una alianza de más de 20 partidos —desde el centro derecha a la izquierda socialdemócrata— reunidos en la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD).

"En estas elecciones subyace realmente una idea de 'David contra Goliat", explica Flavia Freidenberg, directora del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, tras contemplar un cierre de campaña donde el presidente, pese a un tremendo aguacero, logró aglutinar a una auténtica avalancha chavista en la Avenida Bolívar de Caracas. "La campaña de Chávez ha estado sostenida por los recursos de Venezuela. Ha sido todo un aparato de clientelismo y nepotismo al servicio de un partido", añade.

"Está en juego la patria"

Capriles, apodado 'El Flaco' por sus seguidores, ha intentado presentarse como un candidato de futuro y de centro-izquierda. "Tiene una fuerza interior que le distingue del resto de candidatos del pasado. Viene trabajando desde la calle y ha superado unas primarias para llegar a donde está ahora", añade Flavia Freidenberg, la directora del Instituto de Iberoamérica.

Enfundado en su gorra tricolor con la palabra Jesús inscrita en la visera, ha recorrido más de 300 localidades del país para vender su eslogan ("Hay un camino") y acusar a Chávez de condenar a Venezuela a ser un petroestado —sin producción interna y dependiente de las importaciones a cambio del crudo—, de ser incapaz de frenar la violencia en el país, de cobijar terroristas, de dividir a la sociedad y de agotar el modelo de socialismo de siglo XXI.

"Tanto no está agotado, que la derecha ha tenido que disfrazarse de izquierda", le ha contestado Chávez en esta campaña, finalizada el pasado jueves por la noche, antes de entrar en un período de reflexión de 48 horas previo a los comicios donde, aparte del presidente y de Capriles, se presentan otras cuatro candidaturas independientes.

El presidente ha alarmado a la población venezolana con que "está en juego la patria", y ha acusado a Capriles de financiar su campaña con dinero de "banqueros prófugos y mafias de lavado de dinero". Especialmente, después de que se filtrara una conversación del padre de Capriles con el empresario Gustavo Zingg —exiliado en Florida y acusado por el régimen chavista de intentar asesinar al presidente en 2004 mediante el entrenamiento de paramilitares—, donde el progenitor del candidato le pedía dinero para la campaña del la MUD.

Las claves del resultado electoral

  • Realineamiento o continuísmo. El resultado de las elecciones de este domingo tendrá un interés máximo para los países occidentales enfrentados al chavismo, así como a aquellos (como Irán o Bielorrusia) que han visto durante estos 14 años en Chávez a un amigo contra el "imperialismo" occidental. "Si Capriles gana, va a haber un realineamiento; se abrirían puentes con países como Colombia —pese a que la relación actual de Chávez con Santos es mejor que con Uribe—, con Chile y con México", explica Flavia Freidenberg. Cuba, sin embargo, apoyó abiertamente este lunes a Chávez durante la 67ª sesión de la Asamblea General de la ONU. En Brasil, el expresidente Lula Da Silva también apuesta por el líder bolivariano, pero Capriles ha prometido que va a tener una "mejor relación con Dilma Roussef que la que tiene el Gobierno de Chávez". De hecho, asegura que Brasilia será su primera parada en el caso de ser elegido presidente. "Capriles es una figura que no buscará la confrontación, sino la convergencia con sus vecinos en la zona. Intentará establecer a Venezuela como un país alentador de las relaciones internacionales, con un aura más dialogante", dice Freidenberg.
  • Relación con España. ¿Se acabará la protección de etarras en Venezuela? El opositor Capriles se ha comprometido a dejar de cobijar terroristas y esto incluye tanto a combatientes colombianos de las FARC, como a los 45 terroristas de ETA que presuntamente alberga el régimen de Chávez. Entre ellos, Arturo Cubillas, cuya extradición ha solicitado al Audiencia Nacional. "Un triunfo de Capriles, estando el PP en el poder en España, produciría evidentemente una cercanía mayor entre ambos Gobiernos", confirma Freidenberg; "aunque en principio, la relación de Venezuela con España a nivel político se mantendría con independencia de quién es presidente". La directora de Instituto de Iberoamérica sí considera, sin embargo, que las empresas españolas pueden encontrar más incentivos para invertir en Venezuela si gana Capriles, "especialmente en sectores como el turismo e industrias navieras". El propio candidato de la MUD ya ha anunciado que solicitará más inversiones a España. "Y también podría aumentar el porcentaje de crudo que España importa actualmente del país latinoamericano [un 4,3% este año hasta el mes de julio]".  
  • Oportunidades para la iniciativa empresarial. "Venezuela es un caso excepcional por la política de nacionalizaciones y expropiaciones que ha llevado a cabo Chávez durante su mandato. Es posible que una victoria de Capriles, en este sentido, sea más interesante para las empresas privadas por los incentivos que pueden encontrar para invertir en el país", explica Flavia Freidenberg. "Chávez fue especialmente controvertido con la inversión extranjera, aunque hubo otras operaciones, como las exportaciones de petróleo a EEUU, que se mantuvieron constantes".
  • La voz de los desfavorecidos. Cuando Chávez apareció en la escena política, dejando a un lado su carrera militar, lo hizo con el desafío de devolver la voz a las clases más desfavorecidas y a los indígenas del país. "Los movimientos bolivarianos supusieron un recambio de las élites por grupos más mestizos y más diversos. Hay mucha gente a la que el bolivarianismo ha beneficiado directamente. Y no solo a nivel material. También tienen la sensación ahora de que 'existen' y forman parte del sistema", considera la responsable del Instituto de Iberoamérica. Varios analistas consideran probable que esta gente vaya a la urna en masa a votar a Chávez cuando escuchan a Capriles decir que" el socialismo del siglo XXI se ha agotado"."Pero Capriles también es un candidato que intentará ayudar a los más desfavorecidos", apunta Freidenberg. "Ahora Venezuela es un país muy polarizado que, como Capriles dice, necesita tres ejes: 'más seguridad, más empleo y menos confrontación'. Y él va a buscar la integración nacional, uno de los grandes desafíos de Venezuela. Allí las familias están divididas por su posición ideológica, que es algo que no había sucedido hasta que Chávez llegó al poder".
  • ¿Adiós al socialismo del siglo XXI? "La sociedad sigue dividida, sigue la inseguridad, hay un mal reparto de los beneficios, solo tenemos una fuente de ingresos con el petróleo, se caen puentes, se incendian fábricas, las carreteras son malas...". Capriles ha dedicado su campaña a relatar los motivos por los que el llamado socialismo del siglo XXI de Chávez está "agotado". Y para ello, ha aprovechado sus mítines para mofarse el programa de su contrincante, que defiende aspectos como lograr el equilibrio del universo, garantizar la paz planetaria, preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana. "Ante esto", afirma el candidato opositor, "mi programa es superar la pobreza, tener empleo y acabar con la violencia. Eso es lo progresista". Chávez ha replicado a las burlas de su rival acusándolo de representar a la "derecha radical y enloquecida" y asegura que "volverá a ganar el pueblo porque es imposible un triunfo burgués".
  • La salud de Chávez. La salud del presidente Chávez ha sido finalmente otro de los factores críticos de la campaña. Diagnosticado de cáncer en 2011 y después de tres cirugías para tratar un tumor maligno, se ha especulado con la posibilidad de que el presidente venezolano dejase encauzada la victoria para delegar el proyecto bolivariano, a mitad de presidencia, en manos de un 'delfín'. "¿Dejarlo? Líderes como Chávez no dejan sucesores. Nunca lo hacen", dice Flavia Freidenberg, que rechaza ese argumento. Si Chávez hubiera querido dejar sucesor, lo habría hecho antes de presentarse a las elecciones. Hay gente a la que simplemente le gusta estar en el poder. Que las encuestas estén apretadas ya es un cambio. Y que haya incertidumbre sobre el resultado, es bueno para la democracia".
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