Andalucía, ante la posibilidad de unirse a la 'marea azul' de PP o reanimar al PSOE

  • El candidato del PP es el mejor situado para ganar estos comicios, e incluso podría obtener los 55 diputados necesarios para la mayoría absoluta.
  • Arenas, que se presenta a presidir la Junta por quinta vez, tiene en contra la gran antipatía que despierta entre la izquierda.
  • Griñán (PSOE) sabe que mantener el Ejecutivo andaluz para su partido depende de los pactos con formaciones como IU, que podría decidir el futuro presidente.
  • UPyD podría dar la sorpresa a pesar de postular a un candidato desconocido para el electorado.
  • Las encuestas dan el poder al PP andaluz.
  • Participación a las 18.00: descenso de más del 12% respecto a 2008.
  • El cierre de colegios se producirá a las 20.00 horas.
  • Te ofreceremos en directo el escrutinio tras la clausura de las urnas.
Los candidatos de PSOE y PP a presidir la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (i) y Javier Arenas.
Los candidatos de PSOE y PP a presidir la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (i) y Javier Arenas.
Eduardo Abad / EFE
Los candidatos de PSOE y PP a presidir la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán (i) y Javier Arenas.

Los principales candidatos a la presidencia de Andalucía ya han ejercido su derecho al voto en esta jornada electoral del 25 de marzo. La mayoría absoluta parece estar lejos del alcance de los partidos, ya que son necesarios 55 diputados para obtener el poder de forma directa en la región andaluza.

El principal favorito a ganar los comicios, Javier Arenas (PP), ha depositado su sufragio en una urna del Instituto de Enseñanza Secundaria Politécnico de Sevilla, donde ha declarado que los andaluces acuden a una cita con las urnas "crucial", a la vez que espera que estas elecciones sirvan para la "esperanza de cara al futuro".

Sobre las 10.30, en el Colegio Aljarafe de Mairena, ha votado el candidato socialista, José Antonio Griñán. El también aspirante a la reelección ha calificado de "trascendentes" estos comicios y de las que espera que salga un gobierno "estable" para los próximos años.

Poco antes de las 10.00, Diego Valderas (IU) ha acudido a votar a un colegio de su localidad natal, Bollullos Par del Condado, en Huelva. El líder de la coalición ha apelado a "obedecer democraticamente el mandato de las urnas".

El candidato de UPyD, Martín de la Herrán, que ha votado en Cádiz, ha afirmado que este domingo es el día de "escoger el rumbo que queremos que tome Andalucía" en una jornada electoral "de responsabilidad de todos los ciudadanos" a la hora de "ejercer los derechos constitucionales".

Una jornada histórica

El 25 de marzo de 2012 puede ser un día histórico en Andalucía. La fecha en la que, al fin, el Partido Popular (de la mano del irrenunciable Javier Arenas) se alce con la presidencia de la Junta, o, por contra, el día en el que el PSOE tenga su primera buena noticia tras año y medio de batacazos electorales, o por contra, certifique su grave crisis política si sufre otro desplante de los votantes.

Pero en este escenario no se puede prescindir de dos actores que pueden ser determinantes. A un lado, Izquierda Unida (IU), que podría tener la llave de una coalición de izquierdas con los socialistas (en el caso de que las encuestas fallasen y el PP no obtuviese los 55 diputados necesarios para la mayoría absoluta). Estos últimos, según las encuestas, podrían obtener entre 41 y 45 diputados, algo que sería insuficiente para mantener el poder, salvo resultado exponencial de IU que permitiese el pacto.

En el otro rincón, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), reforzado comicios tras comicios, ya sean a nivel estatal, autonómico o municipal, y que podría tener un sitio por primera vez en el Parlamento, lo que podría significar que fuese al apoyo definitivo de uno de los grandes partidos para que estos no tengan que dejar escapar la presidencia.

Arenas, a punto de cumplir su sueño

Javier Arenas se ha quedado a las puertas de presidir la Junta de Andalucía hasta en cuatro ocasiones (1990, 1994, 1996 y 2008), todas ellas ante Manuel Chaves, que mantuvo el poder durante casi 20 años gracias a las mayorías absolutas o las coaliciones con Partido Andalucista (PA) o IU. Ahora, el exministro y barón de Mariano Rajoy puede cumplir el sueño que ansía desde que entró en política.

La crisis económica que han gestionado los socialistas en el Gobierno central y en el de la Junta, los buenos resultados de su partido tanto en las elecciones autonómicas como en las generales en la comunidad andaluza, o el escándalo de los ERE fraudulentos han allanado su camino al Palacio de San Telmo (sede del Ejecutivo).

Todo parece jugar a favor de Arenas, exponente histórico del PP, y que aspira a lograr una región estratégica para el desarrollo de las futuras políticas del Ejecutivo de Rajoy.

Pero el sevillano también tiene el estigma de ser el perdedor histórico de elecciones para una gran parte de los andaluces, el que se ha presentado 5 veces y nunca ha dejado paso a otro candidato que significase una ruptura con su modelo (salvo en los momentos en los que era ministro). No son pocos los que han hecho escarnio de Arenas cuando se presentó como el "candidato del cambio", al afirmar que "los que llevan 20 años" no podían significar el progreso. Y todo porque él lleva los mismos años presentándose que aquellos a los que critica.

Pero lo que puede condenar al candidato popular a una quinta derrota es la gran antipatía que despierta en el resto de partidos del círculo andaluz. En IU, PA y otras formaciones locales Arenas es visto como el político que provocará el retroceso en Andalucía, el que ni siquiera vive en la comunidad que quiere presidir.

El 'novato' Griñán

El candidato socialista, José Antonio Griñán, es un neófito de los comicios electorales: llegó a presidir la Junta tras pasar Manuel Chaves a desempeñar una vicepresidencia junto a José Luis Rodríguez Zapatero, no sin discusión interna sobre si era el más indicado para el cargo.

Finalmente, y tras el congreso del PSOE andaluz, Griñán recibió el apoyo que necesitaba para salir airoso del intento de envite de varios sectores de su formación, que buscaron hasta el último segundo un candidato alternativo que le apease de la candidatura a gobernar la Junta.

Ahora, puede pasar a la historia como aquel que perdió el último feudo del PSOE en España, aquel que han mantenido desde la llegada de la democracia. En definitiva, que sea señalado como el responsable de que la 'aldea gala' socialista caiga en manos de los 'romanos' de Arenas.

Su poca popularidad, unido a que no es un líder carismático, son otros de sus handicaps.

La empresa que tiene Griñán por delante no está exenta de obstáculos: la grave crisis de su partido, el desgaste de este en Andalucía tras casi 30 años gobernando, y por si fuera poco, los ERE fraudulentos, que le han salpicado de lleno, entre acusaciones de obstrucción a la justicia por, supuestamente, no haber entregado la documentación que le solicitaba la juez del caso, Mercedes Alaya.

Su gestión en Andalucía parece no ser tenida en cuenta por nadie, a pesar de que se ha jactado de ser el único que ha invertido más en Educación y Sanidad durante la complicada coyuntura económica. También es cierto que, con la crisis, las graves cifras de paro, y la deuda de la comunidad, Griñán no ha podido impulsar medidas de choque que le otorgasen la confianza de los andaluces.

A su favor, además de la antipatía hacia Arenas, está que podría pactar con IU, socio histórico del PSOE, especialmente en esta región. Sin embargo, en las filas socialistas no se fían demasiado de esta posible alianza, especialmente con el precedente de Extremadura, donde optó por la abstención en lugar de por el acuerdo con el PSOE, lo que llevó al PP al gobierno.

IU y UPyD, a la espera

Diego Valderas (IU) puede ser el que lleve a un partido u otro al gobierno andaluz. El político onubense, que llegó a ser presidente del Parlamento en una de las coaliciones con el PSOE, ya ha avisado de que no aceptará un acuerdo a cualquier precio para favorecer a Griñán. Por el momento, no ha revelado qué exigencias pondrá encima de la mesa para poner a disposición de los socialistas sus escaños.

En UPyD, Martín de la Herrán es un desconocido al que las siglas de su partido pueden llevar a dar la gran sorpresa, lo que supondría ampliar el número de partidos en la cámara andaluza. Las propuestas de Herrán son desconocidas por los electores andaluces, aunque no inexistentes, ya que son las mismas que han llevado a su formación a tener grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados.

Los que tendrán que esperar son los representantes del PA, muy conocidos en la región, pero cuyas propuestas no acaban de calar en la ciudadanía. La llegada de UPyD puede perjudicarles aún más, así como la de formaciones como Equo, que también podrían sorprender en los comicios más importantes de la historia de Andalucía.

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