Los ánimos no están para andar con medias tintas. La represión policial de las protestas estudiantiles de Valencia han recibido el calificativo de "actos de barbarie" y "brutalidad" por parte de distintos colectivos juveniles, que coinciden además en pedir la dimisión de la delegada del Gobierno en Valencia, Paloma Sánchez de León, del jefe Superior de Policía, Antonio Moreno, y del ministro del Interior, Jorge Fenández Díaz.

Desde Juventud sin futuro hablan de una represión "desproporcionada e ilegítima,  en una comunidad (la Valenciana) donde no hay dinero para pagar la calefacción de los institutos, pero sí hay dinero para seguir manteniendo las carreras de Fórmula 1", con lo que se demuestra "cuáles son las prioridades del régimen".

En declaraciones a 20minutos.es, muestran su solidaridad con los detenidos, exigen la puesta en libertad sin cargos de todos los estudiantes y señalan como origen del conflicto "el ataque continuo que sufren los servicios públicos, y en el especial la educación, que es al último lugar al que destinar dinero". Además, mandan un mensaje claro a quienes les llaman enemigos: "Si nos llaman enemigos, entonces nosotros nos declaramos enemigos de este sistema, y no nos sometemos a sus ineficaces recortes".

En el manifiesto que ya se puede leer en su web, describen con ironía al nuevo enemigo de la sociedad: "16 años, estudiante y con frío en clase".

Para los integrantes del Sindicato de Estudiantes de Valencia se está produciendo un "intento de criminalización salvaje del derecho de manifestación pacífico". Ellos, explican, responden a las balas de goma con las únicas armas que posees: " unidad y manifestaciones contundentes". Además denuncian que "la actuación policial responde a un plan organizado que se mantiene en los días para intentar amedrentar a los estudiantes y cortar las manifestaciones".

También llaman la atención sobre "las operaciones de identificación y registro que sufre cualquier persona joven que pasa estos días por el centro de valencia" y el exceso de medios policiales "hasta 15 lecheras y un helicóptero sobrevolando el instituto Luis Vives" para sofocar una manifestación pacífica.

Por eso convocan una nueva movilización para este jueves y anuncian una jornada de protesta a nivel estatal, y en solidaridad con los estudiantes valencianos, para el próximo día 29.

En Democracia Real Ya animan a los jóvenes a acudir "de forma pacífica" a cualquiera de las manifestaciones convocadas en las ciudades para hacer frente "a todos los ataques que está sufriendo el estado del bienestar" y denuncian "lo inadmisible" que es que "los jóvenes no puedan estudiar porque no tienen dinero para calefacción".

Subrayan además que se trata de "protestas legítimas" que hay que tratar "con un tacto especial cuando se trata de menores", por eso piden "proporcionalidad" e insisten en pedir la dimisión de la delegada del Gobierno de Valencia.

Desde la asociación Acontracorrent València se ha hecho un llamamiento a "todo el Estado español" para que el día 23 de febrero (jueves) se produzcan actos y paros en todas las ciudades. Toda la sociedad, así como plataformas, organizaciones y colectivos están invitados a participar en esta jornada reivindicatativa.