El debate entre los  dos principales candidatos a las elecciones generales del 20-N no solo fue un intercambio de argumentos y propuestas. La vestimenta, la manera de expresarse o de moverse en escena son partes importantes para poder valorar las posibilidades de cada uno.

El candidato del PP, Mariano Rajoy, lució un traje impecable, "nada que ver al que llevaba en el debate de las anteriores elecciones", señala a 20minutos.es Mari Carmen Cazcarra, asesora de imagen y presidenta de Cazcarra Image Group.  "Camisa blanca, corbata azul para dar símbolo de confianza y en armonía con el traje. Puños poco cuidados, marcados por la plancha".

El pelo del candidato popular estaba oscuro teñido, en contraste con la barba blanca. La piel de la frente estaba muy brillante y en su conjunto denotaba un "desequilibrio armónico de la imagen facial", dice Cazcarra. Sus gafas neutras suavizaron sus rasgos marcados.

"Ha jugado continuamente con el bolígrafo protegiéndose, aunque mucho menos que en el debate de las anteriores elecciones", comenta. "La expresión de la imagen corporal ha sido muy contenida. Se ayudaba en la expresión con las manos pero al finalizar del discurso las replegaba  sobre sí mismas".

El hecho de que Rajoy recurriera al texto constantemente ha inspirado falta de seguridad, al igual que el movimiento oscilante de los ojos. "En general, la expresión corporal no verbal ha sido de confianza", estima la experta.

En cuanto a Alfredo Pérez Rubalcaba, su traje azul oscuro, camisa azul claro y corbata azul denotaban cercanía y confianza. "Puños de la camisa muy cuidados dando una imagen muy ejecutiva".

El candidato socialista mostró gran expresividad facial y movilidad de las manos. "Mirada siempre fija al oponente. Vocalización muy buena. Armonía en la gesticulación".

En general, Rubalcaba tuvo una imagen global equilibrada y transmitió confianza.