La violencia crece fuera de Londres e 'invade' ciudades como Manchester y Birmingham

Unos manifestantes rompen la vitrina de una joyería cerca al centro de Birmingham.
Unos manifestantes rompen la vitrina de una joyería cerca al centro de Birmingham.
David Jones / EFE
Unos manifestantes rompen la vitrina de una joyería cerca al centro de Birmingham.

La violencia en Reino Unido no cesa. Grupos de jóvenes protagonizaron este martes nuevos incidentes de violencia en al menos cinco ciudades del norte de Inglaterra, mientras Londres vivió una noche de relativa calma por el blindaje policial después de tres noches de graves altercados.

Lo peor se ha registrado en Manchester, Salford, Liverpool, Nottingham y Birmingham, donde ha habido saqueos, incendios, destrozos y enfrentamientos con los agentes. En Birmingham tres hombres de entre 20 y 31 años han muerto al ser atropellados. Según varios testigos, ocurrió mientras intentaban proteger las tiendas y locales de su barrio. Las autoridades están investigando el suceso.

Los disturbios más graves se vivieron en Manchester, donde unos 2.000 jóvenes se enfrentaron a la Policía en una de las calles principales del centro de la ciudad. Allí se incendiaron locales y un centenar de alborotadores entraron en un centro comercial y asaltaron varias tiendas. El centenar de asaltantes, encapuchados y enmascarados, sustrajeron televisiones y electrodomésticos y parecían estar coordinados, ya que algunos de ellos daban órdenes a los otros mientras llevaban a cabo el pillaje.

"Son niveles de violencia sin precedentes", dio el jefe de Policía de Manchester. Tras los altercados, los pubs de la zona centro han cerrado y el tranvía ha dejado de funcionar. Según la cadena BBC, la Policía estaba preparada, ya que en las últimas horas había detectado mensajes en redes sociales que hacían prever estos incidentes. Por ese motivo, más de 2.000 agentes tomaron el centro de la localidad.

En este sentido, un joven fue arrestado en el condado de Essex (centro de Inglaterra) por escribir mensajes incitando a la violencia en Facebook. En Liverpool, se detuvo a 50 personas por altercados, otras tres en Gloucester por arrojar piedras y botellas, mientras en Leicester, un centenar de jóvenes atacaron comercios y lanzaron objetos contra los agentes.

Más de 1.300 detenidos

Una situación muy parecida se vivió también en West Bromwich, una localidad cercana a Birmingham, donde ardieron varios vehículos. En Nottingham, en el centro del país, una comisaría fue incendiada por un grupo de unos treinta jóvenes, diez de los cuales fueron detenidos. En total, el número de arrestados en Reino Unido desde el sábado ya supera los 1.300.

La Policía, que fue duramente criticada por su incapacidad para acabar con la violencia incontrolada durante cuatro jornadas, confirmó que casi 200 de los detenidos han sido acusados formalmente por su implicación en los disturbios.

Además, Scotland Yard publicó en su página web fotografías de distintos sospechosos de participar en los altercados de Londres y pidió la colaboración ciudadana para identificarlos. En los próximos días, la policía publicará más imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia que abundan en las calles de Londres, y espera aumentar el número de detenidos.

Mientras, el alcalde de Londres, Boris Johnson, instó este miércoles al Gobierno británico a reconsiderar sus planes de recortar los presupuestos en la Policía, como parte de sus medidas de austeridad, a raíz de la ola de violencia.

En medio de los esfuerzos de Scotland Yard para hacer frente a los desórdenes, el Comité Independiente de Quejas a la Policía (IPCC) reconoció que no hay "pruebas" de que el joven Mark Duggan, que falleció el pasado jueves en Londres tras recibir varios disparos de los agentes, utilizara un arma antes de ser abatido.

Duggan, de 29 años, recibió un disparo en el pecho por parte de un oficial de Scotland Yard y su muerte ha sido el detonante que inició la oleada de violencia que se extiende por Londres desde el sábado.

Gabinete de crisis

El primer ministro británico, David Cameron, que anoche se reunió con el alcalde de Londres, Boris Johnson, después de que ambos tuvieran que interrumpir sus vacaciones para hacer frente a ola de violencia callejera, aseguró que se hará "todo lo necesario" para restaurar el orden en la capital y otras ciudades del Reino Unido. El "premier", sobre el que aumenta la presión para que imponga el orden en las calles, ha vuelto a presidir este miércoles por segundo día consecutivo una reunión del Gabinete de crisis de su Gobierno y ha convocado para el jueves una reunión extraordinaria del Parlamento en mitad del receso veraniego.

"No permitiremos que una cultura del miedo prevalezca en nuestras calles", apuntó el primer ministro, quien señaló además: "Necesitábamos una respuesta y hemos respondido con firmeza". La ola de violencia callejera ha mostrado "lo peor" y "lo mejor" del Reino Unido, añadió, al tiempo que anunció que la Policía usará cañones de agua y pelotas de goma contra los violentos. "Sean cuales sean los métodos que necesite usar la Policía, tendrán autorización legal", subrayó.

El malestar de los ciudadanos ante la ola de violencia incontrolada se puso de manifiesto cuando el alcalde Londres, Boris Johnson, y el viceprimer ministro, Nick Clegg, fueron abucheados mientras visitaban algunas de las zonas afectadas en la capital británica.

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