Aquí sí existen diferencias de género y, en contra de lo que la mayoría podría pensar, las enfermedades cardiovasculares son más de mujeres que de hombres. Afortunadamente, en los últimos años existe una mayor sensibilidad sobre el tema, se ha invertido más en investigación y nos cuidamos un poco más.
En España, y de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos en el documento 'Estrategia de Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud' del Ministerio de Sanidad y Consumo, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte para el conjunto de la población española.
Más allá de la mortalidad, además, los ataques cardíacos en las mujeres suelen ser más graves que en los hombres, pudiendo sufrir un segundo ataque en los próximos 6 años en el 50 por ciento de los casos.
El tema parece serio, ¿verdad? Por eso, hemos consultado al especialista en Nutrición y Endocrinología, doctor Guillermo José Sada (Lanier Pharma) para que arroje algo de luz entre tanta oscuridad y, de paso, algunos consejos para protegernos de las estadísticas.
La salud cardiovascular de las mujeres: puntos básicos
La toma de conciencia, y llevar a cabo una serie de cambios saludables en nuestras rutinas tiene mucho más poder del que creemos en lo que se refiere a evitar la enfermedad cardiovascular.
Las enfermedades del corazón y los accidentes cerebrovasculares pueden afectar a las mujeres a cualquier edad, lo que hace que sea fundamental que todas sepamos cuáles son nuestros factores de riesgo personales, así como nuestros antecedentes familiares.
Los cambios hormonales que provocan el embarazo y la menopausia, el estrés de querer abarcarlo todo, el sedentarismo de la vida actual, que nos tiene frente al ordenador durante horas, y una alimentación desequilibrada son grandes enemigos a combatir. Algunos no están en nuestra mano, pero otros sí.
Factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular
Como explica el doctor Sada, "hay muchos y diversos factores de riesgo a la hora de sufrir este tipo de enfermedades que afectan tanto a las mujeres. La mala alimentación, repleta de grasas saturadas, poca fibra, azúcares refinados… es un peligro constante para la presión arterial, el colesterol y la salud del corazón".
El tabaquismo es otra de las razones evitables por las que las mujeres pueden sufrir un evento cardiovascular. Mantener unos niveles elevados de colesterol en sangre sin hacer nada por bajarlos multiplica el riesgo que, sumado al sedentarismo y a los factores hormonales que vienen de serie, son una bomba de relojería.
Los cambios hormonales y sus consecuencias
"La menopausia implica algunos desajustes hormonales que pueden provocar ciertos problemas como alteraciones en la función vascular (debido a la disminución de los niveles de estrógenos), un incremento de la grasa abdominal, cambios en el perfil lipídico (lo que supone un aumento de los niveles de colesterol LDL) e hipertensión".
"Los cambios hormonales de las mujeres a lo largo de nuestra vida suponen un riesgo, pero tras la llegada de la menopausia se incrementan aun más. Ya sabemos que esos cambios hormonales en sí no se pueden evitar, pero sí podemos hacer mucho por minimizar los perjuicios que ocasionan en el organismo.
¿Cómo conseguimos proteger nuestro corazón? "Llevando un estilo de vida saludable con pautas concretas de actuación en periodos de especial riesgo como son el embarazo y la menopausia".
Alimentos que protegen el corazón de la mujer
La alimentación juega un papel definitivo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares ya que algunos de los componentes de los alimentos son protectores respecto a la patología cardiovascular, mientras que otros son perjudiciales y favorecen la progresión de la aterosclerosis (la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y en sus paredes).
Para evitar estos alimentos perjudiciales y llevar una buena alimentación es recomendable consumir productos variados y nutritivos: frutas, verduras, cereales de grano integral, legumbres (mejor en ensalada para que no pierdan propiedades), frutos secos, lácteos bajos en grasa, carnes magras, pescado y huevos.
Mención especial requiere el consumo de sal que, en exceso, es un gran enemigo de la salud cardiovascular.
En cuanto a las porciones, hay que mantener el control para evitar el exceso de calorías y ajustar los platos dependiendo de nuestro peso, condición física y estilo de vida. Aún así, más importante que cuánto comemos es la calidad de estos alimentos, así como el desgaste posterior con ejercicio físico.
Si existe una premisa obligatoria para mantenernos a salvo es el hecho de preocuparnos por mantener un peso saludable. No sólo no tener sobrepeso, sino que nuestra complexión se nutra de las sustancias correctas para proporcionarnos energía y salud.
Claves para prevenir enfermedades de corazón
Una vez hemos hablado de la alimentación, punto clave para la salud general pero especialmente para mantener el corazón a salvo, el doctor resume los cuatro puntos fundamentales a tener en cuenta.
1. Hacer ejercicio físico de forma regular
No es necesario pasar horas entrenando o correr una maratón para estar en forma. A la población general, de hecho, se le aconsejan ejercicios moderados en intensidad.
Es importante adaptar el deporte a nuestras características físicas y capacidades pero, lo más importante, es llevarlo a cabo de manera constante y también incorporar la actividad a nuestra vida. No se trata de ir al gym un rato y después utilizar siempre el ascensor o el coche para todo.
2. Evitar el consumo de alcohol y tabaco
El alcohol aumenta la tensión arterial en la mayoría de los casos de consumidores habituales, así como una subida de los triglicéridos en sangre. El consumo de tabaco, por su parte, provoca hasta un 70 por ciento más de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.
3. Tomarse en serio reducir el estrés
Ir estresadas por la vida no tiene ningún beneficio, y sí muchos daños colaterales. Debemos recordar que cada día nuestro corazón puede verse afectado por situaciones que no podemos evitar, pero que sí podemos aprender a controlar con diferentes técnicas. Es importante dedicarnos un espacio para cuidar de nuestra salud mental y emocional, que tienen efectos directos sobre el corazón.
4. Ayudar a nuestro organismo a reducir el colesterol
En el caso de personas con un riesgo especialmente alto, pueden ayudarse de suplementos naturales que ayuden a prevenir y mantener una buena salud cardiovascular.
Componentes como el Omega 3 marino, el ajo negro o los cereales naturales como la cebada o la avena, tienen demostrada su acción reductora de los niveles de colesterol. Más allá de la dieta, es recomendable tomar suplementos o medicamentos que aumenten el colesterol bueno (HLD) y reduzcan el malo (LDL), siempre bajo supervisión de un profesional sanitario.
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