Soraya Casla, entrenadora oncológica: "El ejercicio no es un complemento a la medicación; es un tratamiento en sí mismo"

Autora del libro 'Ante el cáncer, muévete', la doctora (que entrena a Ana Rosa Quintana) nos habla desde su dilatada experiencia de cómo el ejercicio (durante y después de la enfermedad) aumenta la supervivencia de los pacientes oncológicos.
Soraya Casla, entrenando a mujeres con cáncer.
Soraya Casla, entrenando a mujeres con cáncer en su centro 'Ejercicio y Cáncer'.
R.H,
Soraya Casla, entrenando a mujeres con cáncer.

En la personalización está el secreto: a cada paciente, su ejercicio, en la intensidad adecuada y de la manera que más pueda ayudarle a paliar los estragos de los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer. Tal es su efecto beneficioso, que la autora lo compara con un fármaco. "El ejercicio físico no es un complemento, sino un tratamiento en sí mismo". 

Soraya Casla, que ya con su tesis universitaria defendió la importancia del ejercicio en la curación del cáncer (que pocos apoyaban), acaba de publicar el libro 'Ante el cáncer, muévete', cargado de evidencia científica y de años de experiencia entrenando a pacientes oncológicos desde su propio método. "Porque no todo vale".

¿Quieres saber de qué manera el ejercicio aumenta la supervivencia en pacientes oncológicos, y les ayuda a nivel físico, fisiológico, psicológico y social? Para aproximarnos a esta realidad, hemos entrevistado a la autora del libro, creadora también del centro Ejercicio y Cáncer, cuya impulsora fue, en gran parte, una de sus pacientes: Ana Rosa Quintana.

Tu libro se titula 'Ante el cáncer, muévete'. Sin embargo, cuando una persona recibe un diagnóstico de cáncer, ocurre lo contrario: su mundo se detiene.En los últimos años ha evolucionado mucho el perfil del paciente. Es cierto que antes, quizá, el interesado no tenía acceso a la información contrastada y se limitaba a hacer lo que el médico le decía. Las asociaciones de pacientes e Internet han ayudado a que los pacientes sean más activos y busquen fuentes contrastadas y solventes. 

¿Son más activos los hombres en estos casos, o las mujeres?Especialmente las mujeres, mucho más. Aunque la paciente sabe que tiene que hacer lo que le diga el médico, también se pregunta, ¿qué puedo hacer yo para mejorar?. Y mucho más allá del mensaje infantil y dulcificado de que no pasa nada y hay que estar feliz, ponen manos a la obra.

Poner manos a la obra con una base científica y constatada, no se trata de hacer deporte de cualquier manera.Está demostrado que si haces ejercicio físico y te alimentas de forma saludable, no sólo estás ayudando a los tratamientos a ser más efectivos, sino que es más probable que vivas más años, entre otras cosas porque disminuyes el riesgo de recaídas y también de añadir enfermedades nuevas.

Está demostrado que si haces el ejercicio correcto ayudarás a que los tratamientos sean más efectivos

¿Podemos poner en el mismo nivel de efectividad el ejercicio y los fármacos?El ejercicio físico juega un papel esencial porque revierte la gran mayoría de los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, cosa que no siempre consiguen los fármacos.

La entrenadora oncológica nos habla de la importancia de estudiar cada caso de manera individual.
La entrenadora oncológica nos habla de la importancia de estudiar cada caso de manera individual.
R.H.

Si ya cuesta practicar cualquier deporte normalmente, imagino que cuando además arrastramos una enfermedad, lo más fácil es abandonar.Nosotros tenemos un protocolo que hemos ido afinando con la experiencia, y puedo presumir de una adherencia que ronda el 80%.

¿Qué porcentaje de gratificante, y cuál de decepcionante, tiene tu trabajo?99 a 1, claramente. Es verdad que hay veces que no conseguimos los objetivos exactos, pero es que quizá ese objetivo no era realista. Lo importante es que mejora la salud de los pacientes,  y eso es indiscutible. La personalización es la clave, y el apoyo también. Cuando hacemos ejercicio en grupo, el apoyo aumenta la adherencia.

Una red de apoyo, siempre tan necesaria.Es básico que las mujeres se sientan acompañadas, comprendidas en momentos complicados. En nuestros grupos se normaliza una situación que en su círculo normal no es así. El entorno que está fuera del mundo clínico no quiere que le hables de cáncer, le incomoda, por miedo y porque no saben cómo ayudar, ni qué decir. Aquí es algo de lo que las mujeres se ríen.

Es básico que las mujeres se sientan acompañadas, comprendidas, y eso se consigue en nuestros grupos  

Una vez más el sentido del humor, tan terapéutico.Efectivamente, la risa sana. Y eso no quiere decir que se dulcifique la gravedad de la enfermedad, pero su ánimo cambia. Tengo personas que vienen dos veces por semana de Ávila para hacer ejercicio en grupo, porque esto les salva.

Ejercicio durante, pero también después de tratamiento…Siempre. El ejercicio físico ya es una pastilla que se tienen que tomar toda la vida. Muchas pacientes, que a priori no querían pero a las que su oncólogo ha 'recetado' ejercicio, nos dicen al mes de estar aquí: "vengo porque, aunque estoy mal, sé que me voy mucho mejor, y esto me salva el día". Los tratamientos de cáncer generan una serie de alteraciones fisiológicas que sólo el ejercicio es capaz de revertir. El aumento de la supervivencia se produce en los pacientes que se mantienen activos durante, pero también después del cáncer.

El ejercicio físico ya es una pastilla que se tienen que tomar toda la vida

¿Algún momento durante el proceso, o algún tipo de cáncer en el que el ejercicio esté contraindicado?Más bien son momentos puntuales en los que el paciente necesita recuperarse como  anemias muy graves, una gran bajada de defensas, una infección con fiebre… En esos momentos el organismo necesita recobrar las fuerzas para rearmarse poco a poco. 

Los días posteriores a la infusión de quimioterapia, por ejemplo, ¿hacen necesario parar?En esos días lo que hacemos es bajar la intensidad y adaptar el ejercicio a las necesidades de cada paciente y su momento vital concreto. De esta manera mejoramos el metabolismo y le ayudamos a regenerarse. Lo mismo sucede con las primeras semanas tras una cirugía. Primero va la rehabilitación, y después el ejercicio físico.

¿Cómo fue a parar al campo del ejercicio en los pacientes oncológicos una doctora de INEF?Utilizar el ejercicio físico, algo que se asocia en positivo, aplicado a una enfermedad con tanta carga negativa como es el cáncer, siempre me pareció apasionante. Aunque estudié INEF, mis inquietudes siempre estuvieron en la dirección de la medicina (que casi estudio), y encontré la manera de que ambas se alimentaran. Trabajé en Estados Unidos, en Australia, en Dinamarca… porque hace 15 años aquí no 'estaba bien visto'.

Soraya Casla, con su primer libro divulgativo 'Ante el cáncer, muévete'.
Soraya Casla, con su primer libro divulgativo 'Ante el cáncer, muévete'.
R.H,

En tu libro queda constatado que el ejercicio físico mejora la respuesta del sistema inmune, ayuda a controlar el crecimiento celular del tumor, reduce la inflamación… Aparte de la salud física, ¿cómo contribuye a la salud mental?El ejercicio hace a la paciente tener una mayor confianza en sí misma, y en un proceso bastante complicado que les deja mermadas. Se sienten con más salud, con mayor capacidad, y hace que pasen por ese proceso con mayor seguridad. Las mejoras emocionales se notan desde el primer día y eso nos lo dicen ellas mismas.

Las pacientes ganan en confianza en sí mismas, y las mejoras emocionales se notan desde el primer día

Siendo lo más realistas posible, ¿hasta dónde pueden llegar los beneficios del ejercicio en estos pacientes? ¿Cuál es el techo?Tenemos que ser conscientes de que nuestro cuerpo va mejorando en función de los estímulos que le vamos dando. El techo estará donde cada uno quiera que esté.

¿Algún ejemplo?Hace algo más de un año les planteé a varias pacientes hacer la media maratón de Londres. Algunas lo iban a hacer caminando porque tenían metástasis óseas, y otras pacientes no podían correr por lesiones físicas. Ellas creían que no iban a ser capaces. Pues bien, todas y cada una de ellas salieron y llegaron a la meta en tiempo. El viernes estaban malitas y no sabíamos si podrían participar. Lo hicieron, y el domingo estuvieron bailando y disfrutando de su medalla. Obviamente esto no es gratuito, hay que emplear tiempo, comer bien, ser constante… pero es una enseñanza para todos.

Los beneficios no son gratuitos, hay que emplear tiempo, comer bien… pero es una enseñanza para todos

Tendrás mil anécdotas con tus pacientes…Miles de ellas. Te cuento una de las últimas. Una de las pacientes que vino el año pasado... ella corría, llevaba hechos 8 maratones, y le detectaron un meningioma. Aunque resultó ser benigno, le dejó una lesión medular que le impedía mover la mitad de su cuerpo. De la rehabilitación, esta mujer, que es amiga mía y habíamos corrido mucho juntas, salió con muletas. Pensó que nunca volvería a correr. Lo más bonito es que a los 6 meses de esta con nosotras estaba corriendo sus primeros 5 kilómetros. Tenemos pacientes que de repente pueden volver a coger a sus hijos en brazos, y esos pequeños gestos les cambian la vida.

Tenemos pacientes que de repente pueden volver a coger a sus hijos en brazos, y eso les cambia la vida

Si está demostrado (que lo está) que el ejercicio es tan fabuloso, ¿qué tiene que pasar en España para que, además de cafetería, haya gimnasios en todos los hospitales?Son cuestiones que tienen que ir cambiando. Más difícil que convencer a los pacientes o los oncólogos es a los gerentes, que son los que tienen que empezar a plantear una estructura distinta y crear especialistas de ejercicio físico en sus centros. Ya hemos cambiado mentalidades, hemos hecho un cambio muy importante de paradigma, cada vez se está indagando más a nivel social… ahora hay que incluirlo también a nivel económico.

'Ante el cáncer, muévete' tiene el epílogo escrito por Ana Rosa Quintana, en el que te agradece todo lo que has hecho por ella. ¿Cuál es vuestra relación?Yo también le estoy muy agradecida a ella, siempre se lo digo. Ella se puso en mis manos cuando le detectaron cáncer, y sus consejos y su experiencia fueron uno de los revulsivos y los empujones más importantes para que yo creara mi centro 'Ejercicio y Cáncer'. Si hoy en día podemos trabajar con 200 pacientes es, en gran parte, porque ella me impulsó.

Ana Rosa Quintana se puso en mis manos cuando le detectaron cáncer, y es un placer entrenarla

¿Sigue Ana Rosa Quintana 'en tus manos'?Ha sido y es un placer entrenarla. Como persona, le tengo una gratitud inmensa porque ella visibiliza este tema y hace que llegue el mensaje a muchas casas. Y eso ayuda a cambiar un paradigma social. Hoy en día, Ejercicio y Cáncer es lo que es porque Ana Rosa me dio parte de la fuerza que necesitaba para dar el salto, que no fue nada fácil. Ella es una de las culpables de que esto sea una realidad.

Mi centro Ejercicio y Cáncer es lo que es hoy en día, en parte, porque Ana Rosa me dio la fuerza que necesitaba para dar el salto

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