Thomas Cook Airlines anunció este lunes que entraba en suspensión de pagos. La compañía de viajes, que era una de las más antiguas de Reino Unido, tenía alrededor de 22.000 trabajadores, 105 aviones y 200 hoteles y complejos hoteleros en los 16 países en los que operaba. Además, dejaron a unos 600.000 turistas que se encontraban de vacaciones retenidos en los aeropuertos debido a su cese repentino.

Pero aparte de los viajeros, los empleados también son otros de los grandes protagonistas ya que la noticia les ha afectado directamente a su trabajo. Por ello, no es de extrañar la reacción de este piloto llamado Alex que voló el domingo de Cancún (México) a Mánchester (Inglaterra) en uno de los últimos viajes de la aerolínea.

El vídeo fue compartido por Andrew Whitmore, un pasajero de 48 años que grabó el emotivo mensaje que sonó a través de la megafonía del avión en la que el piloto se despedía ya que la tripulación sabía que se habían quedado sin trabajo.

"Quisiera aprovechar esta oportunidad para dar las gracias a toda la tripulación a bordo por operar de una manera tan profesional durante todo el viaje de vuelta a Reino Unido y llevarlos a todos aquí sanos y salvos", comenzó a decir Alex entre lágrimas.

"Nos gustaría dar las gracias a aquellos clientes que han volado con nosotros durante muchos años, y aquellos que han volado con nosotros por primera vez, esperamos que hayan disfrutado su vuelo con Thomas Cook y sepan que serán las últimas personas en estar en este avión", comunicó el piloto. "Por favor, tengan un buen viaje de vuelta a casa".

Todos los pasajeros comenzaron a aplaudir. El autor del vídeo declaró a Unilad que "de verdad lo sentía mucho" por los trabajadores: "Hay muchas personas que hoy han perdido sus trabajos y sus formas de vida".

"Habíamos estado en Cancún durante dos semanas y afortunadamente el viaje no fue interrumpido. Volamos a tiempo. Anoche no estábamos seguros de lo que estaba sucediendo, había incertidumbre. Sabíamos que si subíamos al avión antes de las 12 en punto, volaríamos", declaró Andrew Whitmore. "Se podía sentir la sensación de inquietud en la tripulación".