¿Cómo se celebraba la Navidad en la Edad Media? Banquetes, rituales y disfraces

Siglos de historia se esconden entre los árboles de un bosque centenario a medio camino entre Bilbao y San Juan de Gaztelugatxe. El Castillo de Butrón se eleva entre los árboles con su imponente figura y nos hace trasladarnos de inmediato a la Edad Media. Esta fortaleza de aspecto fantasioso se ha convertido en una visita turística imprescindible en la zona.
Castillo de Butrón, a medio camino entre Bilbao y San Juan de Gaztelugatxe, una construcción que nos traslada de inmediato a la Edad Media.
Siglos de historia se esconden entre los árboles de un bosque centenario a medio camino entre Bilbao y San Juan de Gaztelugatxe. El Castillo de Butrón se eleva entre los árboles con su imponente figura y nos hace trasladarnos de inmediato a la Edad Media. Esta fortaleza de aspecto fantasioso se ha convertido en una visita turística imprescindible en la zona.

Las festividades navideñas en la Edad Media eran una mezcla de tradiciones que combinaban elementos cristianos y paganos, cuyo festejo duraba 12 días. Casi dos semanas continuas de fiestas y banquetes que incluían tanto rituales litúrgicos como juegos y apuestas, podría decirse que era un ambiente de alegría casi desenfrenada.

Por qué se celebraba la Navidad durante 12 días

El acceso no era gratis. En la Edad Media, la fiesta de Navidad era precedida por un mes de ayuno conocido como Adviento, durante el cual los cristianos se abstenían de indulgencias culinarias y reducían su hábito alimenticio. Pero la cosa cambiaba el 25 de diciembre.

Anne Lawrence-Mathers, historiadora especializada en la Inglaterra medieval, de la Universidad de Reading (Reino Unido), explica que a partir de la mañana del 25 de diciembre, aquellos que tuvieran la energía necesaria eran animados a entregarse a una serie de festividades y excesos.

"Se esperaba que comieras, bebieras, te divirtieras, te disfrazaras, jugaras, salieras a bailar por el vecindario durante 12 días seguidos antes de colapsar", señala Lawrence-Mathers

El inicio del festejo lo marcaba una misa especial que se oficiaba antes del amanecer de la mañana de Navidad, y anunciaba el final oficial del ayuno de Adviento, período que se consideraba de reflexión y moderación, y el comienzo de la celebración navideña que iba desde el 25 de diciembre hasta el 5 de enero.

En este tiempo, las casas también se vestían con ramas de acebo, hiedra y follaje verde —una costumbre pagana que tenía sus raíces en las saturnales romanas— y se quemaba el tronco de Navidad, al que ponían a arder lentamente durante los 12 días, también se convertía en un símbolo de buena suerte.

Días de fiesta navideña en la Edad Media

De acuerdo con la historiadora Anne Lawrence-Mathers, los 12 días de festividad estaban llenos de actividades, como el 1 de enero, día en que se celebraba la Fiesta de los Locos, y a los sacerdotes y funcionarios de la iglesia se les permitía actuar un poco tontos.

Dice Lawrence-Mathers que en la última noche de festejo se hacía el pastel del frijol, un bizcocho relleno de frutas en el que se escondía un frijol seco, (costumbre parecida al Roscón de Reyes actual) y quien obtenía la rebanada de pastel con el frijol adentro se declaraba 'rey' por esa noche y podía dar órdenes tontas en un ambiente de burla.

Banquetes aristocráticos y celebraciones campesinas

Otra particularidad del festejo navideño en la Edad Media era la gastronomía. Las mesas de los aristócratas se llenaban de manjares exquisitos, que incluían carnero, ternera, venado, mariscos y aves extraordinarias como grulla, pavo real y cisnes. Hasta cabezas de jabalí llegaban a ser parte de la opulencia del banquete.

Los campesinos, por su parte, organizaban celebraciones más modestas pero no menos significativas. Y en ambos escenarios se celebraban juegos, apuestas y actividades destinadas a la diversión. Para esa época, ya se veía también el intercambio de regalos.

En la Edad Media, la navidad también era espacio de vigilia

La Navidad en la Edad Media no era solo una celebración terrenal. De acuerdo a la National Geographic: "En las iglesias, el período festivo comenzaba con la solemne Vigilia de Navidad, una noche de oración y reflexión que precedía a la conmemoración del nacimiento de Cristo".

Durante esos días, señala la revista, los templos se llenaban de fieles que participaban en misas especiales y rituales litúrgicos. Fue entonces que empezaron a verse representaciones de belenes vivientes, las cuales eran el centro de las festividades religiosas, en las que también podían verse interpretados los Reyes Magos.

En resumen, la Navidad en la Edad Media era un caleidoscopio de celebraciones que fusionaban lo sagrado y lo profano, lo pagano y lo cristiano, una mezcla de riqueza cultural y espiritual de la época.

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