¿Se pueden poner imanes en la nevera?

Mucha gente opta por adquirir en sus viajes un imán como suvenir, que acaba decorando la puerta de la nevera.
Mucha gente opta por adquirir en sus viajes un imán como suvenir, que acaba decorando la puerta de la nevera.
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Mucha gente opta por adquirir en sus viajes un imán como suvenir, que acaba decorando la puerta de la nevera.

De forma periódica, suele renacer un mensaje que atribuye al uso de imanes en la puerta de la nevera su influencia en el consumo de electricidad y que afectan al buen estado de los alimentos.

Los imanes decorativos en las puertas de las neveras a lo largo y ancho del mundo son unos de los suvenires por excelencia que, además de ser coleccionables, suelen utilizarse de forma frecuente para colocar esos papelajos que consideramos importantes: desde citas médicas, a cheques descuento de supermercados, recetas o un dibujo infantil.

Por eso, es posible que la información que circula por las redes de Internet nos preocupen, donde se llega a afirmar que decorar la nevera con imanes puede ser peligroso, y que generan un campo electromagnético que aumenta el consumo eléctrico del aparato y que estropea los alimentos del interior.

¿Aumentan los imanes el gasto de electricidad?

El campo magnético que generan los imanes decorativos es tan débil y pequeño que es imposible que modifiquen y aumenten la corriente eléctrica. "Todo en este mito es falso", señalan desde el comunicado de Endesa.

Los factores que sí influyen en el aumento del gasto de electricidad de nuestro aparato refrigerador son, sin embargo, su clase energética y el uso que hagamos del propio electrodoméstico de forma irresponsable.

Colocar junto a la nevera otros aparatos que generan calor como hornos o radiadores sí pueden contribuir a subir la temperatura del electrodoméstico y que, por consiguiente, su compresor deba trabajar más para mantener el frío.

Mantener la puerta abierta demasiado tiempo también forzará al aparato a trabajar de más para contrarrestar la entrada de aire caliente.

Poner el termostato demasiado bajo es otro error que puede derivar en una subida de nuestra factura eléctrica. Los expertos recomiendan mantener una temperatura entre 4 y 6 grados.

La mala organización de los productos en su interior o introducir comidas aún calientes también puede redundar en el consumo eléctrico, y es importante seguir las instrucciones del fabricante para guardar los alimentos en el lugar que les corresponde.

El bulo periódico y del que muchos medios han replicado contenidos acerca de la influencia de poner imanes en las neveras, también asegura que pueden dañar a los productos alimenticios de su interior, pero es algo que ha desmentido, categóricamente, la OCU

No obstante, advierten que el único riesgo potencial de tener imanes en la nevera podría estar relacionado con las pantallas táctiles de algunos modelos modernos y de última tecnología. Señalan, sin embargo, que para que esto suceda y que los imanes pudieran llegar a distorsionar la imagen de la pantalla, estos tendrían que tener una potencia significativamente superior, como la de los electroimanes o superimanes, que difieren considerablemente de los imanes de decoración comunes que solemos utilizar.

Por consiguiente, no hay motivos para preocuparse y podemos continuar poniendo imanes decorativos en la puerta de la nevera sin que consuman energía ni supongan un riesgo para los alimentos del interior o estropeen el aparato.

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