El humilde vinagre vale para casi todo y, además, es barato. Como producto de limpieza es extremadamente útil en el hogar. Es un elemento que limpia y suele ser un excelente sustituto de muchos productos del supermercado de más precio y más química.
Una de sus propiedades ácidas es combatir la cal mejor que cualquier producto manufacturado. Podemos emplear una mezcla de vinagre y agua caliente para limpiar cafeteras y teteras, como si estuviéramos haciendo café o una infusión, pues eliminará todo tipo de sedimentos y limpiará perfectamente el filtro.
También se puede limpiar así la plancha, poniéndole vinagre con agua y dejando que suelte el vapor. La mezcla de agua y vinagre es asimismo el mejor limpiacristales y se puede emplear para quitarnos la grasa de las manos.
En el ciclo de aclarado de la lavadora, un poco de vinagre blanco ayudará a disolver los alcalinos que deja el detergente y la ropa quedará suave. Es también eficaz contra las manchas de tinta y como abrillantador de piezas de bronce y cobre.
¿Cómo limpiar la nevera con vinagre y bicarbonato?
Para limpiar la nevera, vinagre y bicarbonato. Es una fórmula estupenda para desengrasar, desinfectar, blanquear y limpiar a profundidad con facilidad. Además, no deja rastros de malos olores, sino que los neutraliza. ¿Cómo hacerlo?
Lo primero, desconectar el electrodoméstico. Y luego, retiramos la comida, los cajones y hueveras, y las baldas de cristal o rejillas.
Mezclamos tres cucharadas de bicarbonato de sodio, dos de vinagre y 2 tazas de agua tibia
Mezclamos tres cucharadas de bicarbonato de sodio, dos de vinagre y 2 tazas de agua tibia. Mezclamos hasta tener una pasta espumosa y homogénea. Recuerda que esta mezcla no está pensada para ser usada en lugares cerrados o con poca ventilación.
Nos hacemos con un cepillo y una esponja. Untamos las cerdas del cepillo con la mezcla y limpiamos con ella las esquinas del "frigo", retirando la suciedad. A continuación, sumergimos una esponja y con ella frotamos paredes, compartimentos, estanterías y cajones.
Con la mezcla y una bayeta limpiamos el exterior. Cuando acabemos, dejaremos la puerta abierta para que se seque por completo la nevera (si fuera necesario, pasamos un papel absorbente).
Podemos dejar en la nevera un recipiente con bicarbonato de sodio para que absorba los malos olores (aunque es más eficaz el carbón activado).
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