Un empresario italiano destapa la infidelidad de su novia cuando iba a anunciar su boda: "Vete con tu abogado"

Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.
Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.
Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.
Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.
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Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi

Sin embargo, lo que ninguno de los 150 invitados al evento podría haberse imaginado es que, durante los casi cinco minutos que duró su discurso, el banquero se dedicara a desvelar la lista de los supuestos amantes con los que su futura esposa le habría sido infiel. "Quiero darte la libertad de amar", dijo el magnate de 64 años. "En particular, a otra persona, un abogado muy conocido".

Hasta ese momento, la pareja era muy apreciada entre la alta sociedad de Turín, pues se trata de dos figuras muy influyentes de ItaliaPor un lado, Segre es un conocido hombre de negocios, que cuenta con una larga lista de cargos empresariales, como miembro de la junta directiva de la editorial del periódico Domani y director de Directa Sim. Además, es presidente de la Fundación de Investigación Molinette Onlus y jefe del estudio Crocetta.

Por su parte, Seymandi, de 47 años, es la hija de un gran empresario de Turín, una mujer con una gran pasión por los negocios y la política. Esto último le llevó a ser candidata en las últimas elecciones municipales, después de colaborar con la alcaldesa de la ciudad, Chiara Appendino, del Movimiento 5 estrellas.

Además de su pasión por los negocios, a ambos les unía su mala experiencia en el amor, pues los dos están divorciados y tienen un hijo él y tres ella.

Una pedida frustrada

Según algunos medios italianos, el empresario organizó una fiesta en el jardín de su villa para celebrar el cumpleaños de su pareja y, en última instancia, para anunciar su compromiso con ella. Al evento, acudieron familiares y amigos de la aristocracia italiana.

Al parecer, a medianoche, el magnate subió al escenario junto a su prometida, provocando que el DJ detuviese la música. Fue después de las emotivas palabras de ella cuando tuvo lugar el dantesco discurso. 

"Estoy muy emocionado, suelo hablar improvisando, pero no quiero correr el riesgo de cometer un error", empezó a decir el empresario. Si bien, al principio, su tono mostraba un cierto carácter conciliador, rápidamente, su alegato sobre el amor se convirtió en un reproche público hacia su prometida. 

"Te daré el mayor de los regalos. El regalo que te doy es la libertad. No me casaré contigo", declaró. Tras estas contundentes palabras, anunció el fin de la convivencia con su prometida -con quien vivía desde hacía tres años y medio-.

Asimismo, además de señalar las numerosas traiciones e infidelidades que habría cometido Seymandi, Segre culminaba su speech instándole a que se lanzase a los brazos de su amante más destacado. "Querida Cristina, a Mykonos, vete con tu abogado, sé feliz con él, como sabes está todo pagado. Así como está pagado el viaje a Vietnam".

Ante este sorprendente discurso, en la sala se produjo un silencio sepulcral. "No creas que me complace desvelarme como un cornudo frente a todos ustedes", confesaba el banquero italiano, quien se marchó acompañado por cuatro guardaespaldas, sin dirigirle la palabra a su ya expareja.

En una entrevista que ha concedido recientemente al diario italiano Corriere Torino, Seymandi ha confesado que quedó "petrificada" ante lo que considera "un gesto de una violencia aberrante". "Con esas palabras, ha hecho mal a las personas que amo", declaró. "Fue una violencia muy fuerte, a la que han seguido comentarios alucinantes en las redes sociales". 

Y es que esta historia está lejos de llegar a su fin, pues varios abogados italianos concuerdan en que la mujer podría denunciar a su exnovio, por "difusión ilícita de datos personales", llevando su caso a los tribunales. 

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