Casi sin apenas tiempo de descansar del largo periplo africano que han disfrutado en su primera luna de miel, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han desplazado a París a saborear su particular La vie en rose, que cantara la inolvidable Edith Piaf.
El escenario donde la pareja se ha dejado ver en albornoz no puede ser más lujoso. Se trata del hotel De Crillon, situado en la plaza de la Concorde, en pleno centro de la capital francesa. Con una terraza en medio de los clásicos tejados parisinos, con vistas a la Torre Eiffel.
Además de mostrarse recién levantados, Tamara e Íñigo enseñan su abundante mesa en su Instagram: patatas fritas, huevos pochés, ensalada, jamón, y varios tipos de panes y de salsas. Todo ello regado con agua. "Cada vez que viajas descubres lugares increíbles!
En esta ocasión ha sido el Hotel Crillon, donde nos han hecho sentir como en casa (jajajaj o mejor", escribe la marquesa de Griñón.
París es un lugar recurrente para los recién casados. Dos meses antes de su boda, también viajaron a la ciudad de la luz para distanciarse un poco de los preparativos. Entonces visitaron lugares de ocio emblemáticos como la brasserie Café de Flore y Lapérouse, el primer restaurante del mundo que logró tres Estrellas Michelín.
Esta nueva escapada seguro que refuerza su gran amor, que se prodigan continuamente en románticas imágenes mientras enseñan por dentro lugares que invitan a soñar. La suite que han ocupado en el clásico hotel parisino supera los mil euros la noche.
El próximo 26, la pareja asistirá a la boda de Luisa Bergel, íntima amiga de Tamara Falcó, que se casará en Sotogrande con Christian Flórez.
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