Los imanes son uno de los recuerdos más típicos que atesoramos tras un viaje o recibimos como regalo de nuestros familiares y amigos. La nevera suele ser el lugar más frecuente de la casa para exponerlos, si bien en los últimos años no han parado de surgir rumores acerca de los supuestos riesgos que puede entrañar colocarlos en las puertas de dicho electrodoméstico.
Una de las afirmaciones más extendidas sobre los imanes de las neveras es que estos adornos provocan que el aparato tenga que consumir más electricidad al aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico del frigorífico.
Sin embargo, esta información es completamente falsa, tal y como recuerda Endesa en un artículo publicado en su página web donde desmonta esta creencia. "Todo en este mito es falso, incluyendo los estudios científicos que cita y la posibilidad de que estos mismos imanes sean perjudiciales para la comida que guardas en el frigo", apunta.
La realidad, prosigue Endesa, es que "los campos magnéticos de estos imanes son tan insignificantes que ni siquiera atraviesan la puerta de la nevera", aclara.
Sin embargo, un gesto que sí afecta al consumo eléctrico de este electrodoméstico es abrir y cerrar la puerta con frecuencia, ya que se pierde el frío que acumula en su interior y debe generar mayor energía para volver a enfriar el aire.
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