En Niigita, un poblado de Japón, el arroz y la paja se convierten en los protagonistas artísticos de esta temporada como en cada año, a excepción del 2020 por el impacto del Covid-19.  Sus habitantes ahora trabajan en el Wara Art Festival, donde fabrican grandes figuras con solo este material.

Los residentes de Niigita siempre han vivido del arroz y la paja sobrante. En otoño, tiempo de cosecha del arroz en Japón, los agricultores se aseguran de que la paja sobrante encuentre su propósito: desde abonar el terreno hasta alimentar el ganado. 

Tradicionalmente, los artesanos utilizaban esta paja de arroz sobrante, llamada wara, para fabricar todo tipo de productos. Con la modernización de la zona a lo largo de los años, algunas costumbres se han perdido.

Por estos vínculos tan tradicionales, sus habitantes pusieron en marcha la primera edición del Wara Art Festival en 2008, consiguiendo que, en las semanas entre finales de agosto y hasta finales de octubre, anualmente, se creara toda una exposición de enormes figuras de paja de arroz. 

Este año recuperan el evento que habían perdido el año anterior, que sufrieron su debido parón por la pandemia de coronavirus, y ahora logran honrar a su tradición con esta 13ª edición.

Con la participación de los estudiantes de la Musashino Art University (Tokio) y la colaboración de instituciones educativas y residentes locales, crean estas estatuas de pajas que recrean gigantescos animales comunes, hasta los objetos más ficticios. Primero las dibujan, luego las ensamblan con madera y piezas de hierro y, finalmente, las recubren con absoluto cuidado.

El Parque Uwasekigata de Reiwa se ha convertido en el escenario perfecto para las creaciones de este año, que llevan expuestas desde el 29 de agosto, que daba pase sin su acto de inauguración por primera vez en años, y se pueden visitar hasta el 31 de octubre.