Keith Walker, un hombre de 53 años que vive en la calle en Atlanta (EE UU) fue el único que presenció cómo la protectora de animales W-Underdogs se incendiaba la noche del 18 de diciembre. 

El fuego se originó en la cocina de las instalaciones y rápidamente se propagó por la protectora, amenazando con matar a todos los animales que allí se encontraban, algo que evitó Walker, entrando en el incendio y liberándolos. 

"Estaba muy nervioso, no voy a mentir. Tenía mucho miedo de entrar allí con todo ese humo. Pero Dios me puso allí para salvar a esos animales", dijo Walker en declaraciones a la CNN. 

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"Si amas a un perro, puedes amar a cualquier persona en el mundo. Mi perro es mi mejor amigo y no estaría aquí sin él, así que sabía que tenía que salvar a todos esos otros perros", alegó el sintecho, que convive con su pitbull. 

Cuando llegaron los bomberos al incendio "Keith ya estaba en el edificio sacando a los perros y gatos hasta que todos estuvieron a salvo", dijo una de las responsables de la protectora. 

Walker, que lleva 13 años viviendo en la calle, conocía las instalaciones porque su perro, un pitbull llamado Bravo, dormía allí cada noche, donde era alimentado. Cuando se dirigía a recogerle se encontró con el fuego. 

En total su heroica hazaña logró salvar a los seis perros y diez gatos que estaban en ese momento en las instalaciones, que han quedado inservibles, aunque la protectora ya tenía previsto mudarse a otra localización con anterioridad.