Baila, baila sin parar, con los pies y el corazón


Alumnas del Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza.
Alumnas del Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza.
Ayto Zaragoza
Alumnas del Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza.

Hoy es el Día Internacional de la Danza, una celebración muy especial que queremos aprovechar para enumerar las decenas de beneficios que aporta al ser humano cualquier disciplina relacionada con esta modalidad artística.

Para los niños, sobre todo los más pequeños, bailar es una actividad muy divertida, que surge de una manera totalmente espontánea, de ahí que a edades muy tempranas es un ejercicio que sale instintivamente. No importa si lo hacen bien o mal, la claves es que lo intenten y se muevan mucho, porque el baile reporta grandes ventajas en el cuerpo y en la mente.

"Muchos grandes bailarines de todo el mundo empezaron el mundo de la danza por recomendación médica. Eran pacientes con escoliosis, pies pronados, mala alineación de la rodilla. El baile les permitió corregir estas dolencias, porque siempre se busca una perfecta colocación de todo el cuerpo y además, se trabaja toda la cadena muscular", indica Silvia Gonzalvo, directora de Conservatorio Municipal Profesional de Danza de Zaragoza, donde los niños empiezan en este mundo a partir de los 8 años.

El baile, ya sea de forma profesional o como simple entretenimiento, también contribuye a corregir malas posturas, a ser más ágiles, a desarrollar el equilibrio y a ganar en elasticidad. Y, en el caso de niños con tendencia al sobrepeso, favorece la eliminación de las grasas y la desaparición de dolencias asociadas, como ocurre en el caso del colesterol infantil. Además, desarrolla la creatividad, la sociabilización, el trabajo en equipo, la musicalidad y les acerca a otras disciplinas artísticas, que confluyen en los espectáculos que se realizan en los teatros.

¿Cuándo empiezo?

De forma no profesional, una buena edad para arrancar con la danza son los 6 años. En este periodo de su vida, los niños ya pueden dar sus primeros pasos y, además de introducirse de lleno en una disciplina artística, adquirirán una serie de hábitos de vida muy saludables, algunos de ellos relacionados con una buena alimentación, vital en edades en las que están creciendo.

"La danza conlleva un gran esfuerzo y sacrificio personal. De esta manera, los niños y niñas que lo practican interiorizan capacidades tan valiosas para el día de mañana como el esfuerzo, la concentración o la disciplina, algo que luego hacen extensible a todas las áreas de su vida. Son chicos muy organizados porque esta disciplina es muy exigente, les demanda muchas horas que tienen que compatibilizar con el colegio, el tiempo de estudio, la familia y el ocio y eso exige mucha autodisciplina y capacidad organizativa", apunta Gonzalvo, quien recuerda que estos días, desde el Conservatorio Municipal Profesional de Danza se están utilizando sus redes sociales para seguir con las clases de los alumnos matriculados y también llegar a la ciudadanía y explicarles las ventajas y beneficios físicos y psicológicos que ofrece la danza.

Un reto muy jotero

Por otra parte, desde la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza (EMMD), uno de sus profesores, Miguel Ángel Berna, laureado coreógrafo, ha propuesto un reto muy especial: aprender pasos de jota desde casa.

"El reto surgió por la situación que estamos viviendo, para animar a la gente a bailar, pero también hay un gran trasfondo detrás. Hemos perdido la costumbre de bailar. En Aragón, antes se bailaba la jota de manera instintiva, por imitación, pero esto se ha ido perdiendo y nos cuesta bailarla. Ahora, que tenemos más tiempo para reflexionar y recapacitar, he querido proponer esta actividad para recuperar nuestra jota poco a poco, a largo plazo, creando un hábito entre la gente que se anime", indica.

Después, cuando todo pase, se reunirán en la plaza del Pilar las personas que hayan participado en él a través de los vídeos que están disponibles en el perfil de Facebook de la EMMD (@escuelamusicazaragoza).

Y mientras llega ese día, Miguel Ángel Berna anima a todo el mundo a bailar. "La danza es una terapia, una medicina del cuerpo y del alma, algo que ahora necesitamos muchísimo. Recomiendo a la gente que lo haga, porque el baile es un gran canalizador de energías y nuestro cuerpo ahora está muy congestionado de pensamientos y hay que desbloquearlo. Con el baile se van los miedos y las inseguridades. Hay que bailar, bailar y bailar", concluye.

Imagen de alumnos del Conservatorio Profesional de Danza Reina Sofía de Granada
Imagen de alumnos del Conservatorio Profesional de Danza Reina Sofía de Granada
JUNTA DE ANDALUCÍA

Mente y cuerpo sanos

La danza ofrece múltiples beneficios para los niños y adultos. Estos son algunos de ellos, tanto a nivel físico como psíquico.
• Favorece la eliminación de las grasas, por lo que previene la obesidad y frena el colesterol.
• Ayuda a corregir malas posturas.
• Aumenta la elasticidad.
• Mejora la coordinación de movimientos y el equilibrio.
• Ayuda al desarrollo de la psicomotricidad.
• Permite mejorar el equilibrio y los reflejos.
• Desarrolla la expresión corporal y la memoria de los niños.
• Fomenta la sensibilidad de los pequeños, permitiendo que fluyan sus sentimientos con total libertad.
• Hace posible que los niños más tímidos socialicen mejor.
• Y... relaja y libera adrenalina.

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