El truco para que no se pegue el arroz y esté en su punto

Pese a ser uno de los alimentos que más se consume, la cocción del arroz sigue siendo un quebradero de cabeza para muchas personas; o se les pega el arroz a la cazuela, o se les pasa demasiado.

Arroz blanco
Arroz blanco en crudo
iStock
Arroz blanco

El arroz es uno de los alimentos que está en cualquier despensa de España, bien sea por su sabor, por ser una buena fuente de hidratos, o por la versatilidad que tiene a la hora de acompañarlo con otros alimentos, y es que cualquier cosa le va bien: verduras, frutas, carnes, pescados, salsas, etc.

Sin embargo, pese a ser uno de los alimentos que más se consume, su cocción sigue siendo un quebradero de cabeza para muchas personas; o se les pega el arroz a la cazuela, o se les pasa demasiado y pierde la consistencia. Además, cuando el arroz se pega a la cazuela y se quema, no hay estropajo que consiga quitar los restos.

Por eso, te traemos el truco definitivo para que tu arroz este siempre a punto para comer y no se pase ni se pegue. 

Limón y vinagre: los ingredientes que harán que tu arroz quede perfecto

Sí no quieres que el arroz se te queme y te toque frotar sin descanso la cazuela para volver a dejarla como nueva, prueba a echar el jugo de medio limón o dos cucharas de vinagre de manzana en el agua que vas a utilizar para cocer el arroz. Los ácidos propios de estos alimentos, junto con el agua, crean una mezcla que impedirá que el arroz se pegue al fondo de la olla. Además, este truco también hará que el color del arroz quede mucho más blanco porque el zumo del limón y el vinagre son un “limpiador” natural.

Ten en cuenta que debes respetar las cantidades de zumo de limón y de vinagre que tienes que echar al agua, porque si te pasas, el sabor del arroz habrá cambiado por completo, será desagradable, y acabaras tirándolo a la basura, muy a tu pesar.

Un consejo extra para que el arroz no te quede apelmazado y esté suelto, es echarle un par de cucharaditas de aceite para que la grasa haga una capa protectora y evite que los granos se peguen entre sí. Y si eres de las personas que pone el arroz en un molde para después emplatarlo y siempre se te desmorona, tienes que esparcir un poco de aceite por el molde, poner el arroz, y saldrá solo cuando lo vuelques en el plato. 

Cómo conseguir el arroz a punto

En este caso dependerá de cómo lo cocines. Si eres de los que, después de cocerlo, te gusta escurrirlo con agua fría, no tienes que preocuparte por la cantidad de agua que vas a poner a cocer, porque como lo vas a escurrir, no importará que pongas mucha. Eso sí, respeta el tiempo de cocción que indique el paquete de arroz que uses porque es lo más importante. Si lo dejas más tiempo del aconsejado, el arroz se pasará y echarás a perder el plato.

Arroz cocido.
Arroz blanco cocido.
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Por el contrario, si no te gusta escurrir el arroz con agua fría y prefieres servirlo desde la misma cazuela donde lo has cocinado, las medidas para que te quede al punto son simples: el doble de agua que de arroz. Es decir, si echas un vaso de arroz, tendrás que echar dos de agua para que quede perfecto. Y, al igual que en el arroz escurrido, debes respetar el tiempo de cocción que marque el fabricante en el paquete.

Sea cual sea el tipo de arroz y la forma en la que lo cocines, recuerda ponerle el jugo de medio limón o las cucharadas de vinagre para que no se pegue en el fondo de la cazuela y te quede un resultado perfecto.

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