Cómo evitar que las legumbres produzcan gases: cinco trucos de cocina

Son muy versátiles en la cocina, son completas —nutricionalmente hablando—, y su consumo trae múltiples beneficios para la salud. La parte negativa son los gases tan incómodos que producen, pero tenemos los truco para evitarlos.

Legumbres
Las legumbres son una fuente riquísima de proteinas vegetales y se recomienda su consumo unas 3 veces a la semana.
TONO BALAGUER
Legumbres

Lentejas, garbanzos, judías blancas, pintas… Otra cosa no, pero tipos de legumbres hay para elegir, así que es prácticamente imposible que no te guste ninguna. Además, son un grupo de alimentos que se pueden consumir durante todo el año; en forma de guisos para el frío; o en ensaladas durante el verano.

Por otro lado, en España, las legumbres tienen mucha relevancia entre las recetas debido a sus múltiples beneficios para la salud y a su calidad nutricional, ya que son una riquísima fuente de proteína vegetal. Tanto, que se recomienda consumirlas 3 veces por semana.

Parece que todo son ventajas respecto a las legumbres, pero no del todo. La parte negativa son los gases que producen al hacer la digestión, que pueden ser muy incómodos e incluso dolorosos. Sin embargo, a partir de hoy, dejarán de ser un problema porque te traemos los 5 trucos de cocina para evitar que las legumbres produzcan gases. 

Dejar a remojo todo tipo de legumbre

Si todavía cocinas las legumbres secas y no optas por el bote en el que vienen ya hechas, este es uno de los trucos que puedes usar para evitar los gases.

Tan solo debes poner a remojo durante toda la noche antes de cocinarlas. La finalidad con este ‘tip’ es disolver la “piel” y eliminar los azúcares oligosacáridos que tienen las legumbres, y que son —en parte—los responsables de esos gases tan incómodos. Por esta misma razón, se debe tirar el agua en el que han estado a remojo y poner nueva para cocinarlas.

Además, con este truco también se ablandan y se recorta el tiempo de cocción.  

Añadir una cucharada de bicarbonato

Es otra solución similar a los polvos de talco. Con una cucharadita en cada zapato por la noche, el mal olor desaparecerá. Fácil y efectivo.
Una cucharada de bicarbonato ayudará a reducir los gases que producen las legumbres.
Pixabay/Monfocus

Si se ponen las legumbres a remojo durante toda la noche, añadirles un poco de bicarbonato de sodio ayudará a reducir los gases que producen. Este antiácido acelera la eliminación de los oligosacáridos y la disolución de la piel de la legumbre, sobre todo de los garbanzos.

Después de dejarlo actuar durante unas cuantas horas, hay que lavar muy bien las legumbres y ponerlas a cocer con agua nueva. 

Triturar las legumbres para purés

Probablemente sea uno de los trucos más extendidos por la geografía española porque es el más eficaz. Si aun haciendo los anteriores trucos, no consigues controlar los gases producidos por las legumbres, esta puede ser la solución.

Al fin y al cabo, para hacer un puré de garbanzos, por ejemplo, no hace falta controlar el tiempo de cocción para que queden al punto. Todo lo contrario. Necesitarás tenerlas más tiempo en el fuego para que queden completamente blandas, y es ese tiempo extra de cocción el responsable de eliminar —aún más— los azucares oligosacáridos.

Añadir especias y hierbas

A la carne roja para el pastrami, se le añaden especias.
Diferentes tipos de especias. Todas son aptas para añadírselas a las legumbres, solo hay que escoger las que más gusten
Getty Images

A parte de que las especias o hierbas que le pongamos a un guiso de legumbres le darán un sabor más intenso y delicioso, también ayudarná a que se digieran mucho mejor y no provoquen esos molestos gases.

En cuanto a cuáles echar, como dice el refrán “cada maestrillo tiene su librillo”, aplícalo a tu receta. Añade las especias que más te gusten; jengibre, comino, laurel, cúrcuma, hinojo, etc. 

Masticar muy bien las legumbres

Por último, este truco seguro que se lo hemos escuchado decir a nuestras abuelas o madres cuando nos regañaban por comer muy rápido. Pero llevan razón. Para hacer mejor la digestión —de cualquier tipo de comida— hay que masticar despacio, dándonos tiempo en cada cucharada y procesando muy bien los alimentos para no saturar al estómago.

En el caso de las legumbres, al masticarlas muy bien y deshacerlas en la boca, ayudaremos a desintegrar esa “piel” que las recubre y que es —en parte— la responsable de los gases que producen

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