Beñat Intxausti se rehace en el Giro de los detalles

Beñat Intxausti (izquierad) sigue a su compañero Eros Capecchi tras lanzar un ataque durante la undécima etapa del Giro 2013.

No parecía que la llegada a Vajont, el segundo final en alto de este Giro de Italia, fuese a deparar nada relevante para la general con una fuga numerosa, hasta 19 ciclistas, que, gestada en unos arranques de etapa locos, raudos, fue deshaciéndose entre ataques para acabar con la victoria en solitario de Ramunas Navardauskas. Pero la corsa rosa anda dejando todos los días detallitos. Entre caídas, ataques, cortes, precauciones excesivas, remontadas insuficientes o emergentes bicefalias todas las jornadas han aportado algún detalle.

Este miércoles, undécima etapa, el pellizco llevó la firma de Beñat Intxausti. El vizcaíno del Movistar, maglia rosa durante una jornada tras ese ejercicio de supervivencia que fue la etapa de Pescara, regresó al 'top-ten' de la clasificación provisional con un postrero ataque en la tendida ascensión final que, gracias a los 17 segundos en los que distanció a todos los favoritos, le aupó hasta la novena plaza. Intxausti, catapultado por su compañero Eros Capecchi, demarró cuando aún quedaban más de dos kilómetros para el final. Aún tiene margen para mejorar en la general.

Aunque no fue el único "detalle" del día. Extradeportivamente llegó el anunció de un positivo en la carrera, el del francés Sylvain Georges (Ag2r), un corredor de 29 años que mostró "un resultado analítico anormal" por heptaminol, un estimulante.

Casi seis minutos antes de que Intxausti cruzase la meta lo había hecho victorioso el lituano Navardauskas, un vecino adoptivo de Oliva (Valencia) que este año ya levantó los brazos en el suizo Tour de Romandía. El ciclista del Garmin, uno de los integrantes de esa numerosa fuga que abrió la carrera durante todo el día, atacó a cinco kilómetros de la meta, cuando rodaba en compañía del suizo Daniel Oss (BMC). Navardauskas y Oss, meritoria persecución, lograron echarle mano al alemán Gretsch (Argos), quien aprovechó el largo descenso del puerto anterior, Sella Ciampigotto, para marcharse en solitario. Quedaban más de 50 kilómetros, pero logró defender durante muchos una renta de minuto y medio. Al final, triunfo para un Garmin que partía con el dorsal 1 de Ryder Hesjedal y el martes perdió las opciones del canadiense.

Este jueves el Giro propone "volata o fuga" con una duodécima etapa de apenas 134 kilómetros que unirá Longarone y Treviso. Dos puertos de cuarta categoría engalanan un trazado con tendencia final al llano, un día aliado con el liderato de Vincenzo Nibali y las fuerzas de su guardia pretoriana en el Astaná. Pero en este Giro, entretenido Giro, todos los días dejan su regalito.