Andrés Iniesta, que recientemente puso pinto y final en el Barça para irse a jugar a Japón, se sentó este domingo junto a Risto Mejide en el 'Chester' para contar algunos detalles de su vida dentro y fuera de los terrenos de juego.

El centrocampista manchego aseguró que su peor momento ocurrió entre dos de los goles más importantes de su carrera, el que clasificó al Barça para la final de la Champions en 2009 y el que le dio a España el Mundial de 2010.

"Pasaron las mejores cosas que me han pasado en la vida, pero también fue un periodo que ha sido de los peores de mi vida a nivel personal", dijo el internacional, que lo explicó así: "Luché mucho para jugar esa final y dije que la iba a jugar, fuera como fuera. Tenía mal sabor de boca con la última final que jugamos en París, porque no salí de titular. La jugué lesionado y el peaje que pasé después fue muy duro. No salía de la lesión. Además, se unieron muchas cosas, como la muerte de Dani Jarque. Estaba como en un pozo sin fondo. Me sentía vacío por dentro, pero, gracias a la gente que rodea y a especialistas, todo salió bien. Fue una etapa de la que salí muy reforzado".

Entrando más al detalle, comentó que "estaba un día en casa de mis padres y estaba con mi mujer, que entonces era mi novia, y les dije: 'necesito a alguien. No puedo más'. Así que bajamos a la ciudad deportiva y hablé con el doctor".

Desde entonces todo fue mejor. Hasta llegar al momento de su adiós en el Barça. "Me sería muy difícil dar toda la exigencia que implica y que merece este club. Dejarlo es lo más honesto por mi parte. Así que me voy para jugar en otra competición, con otra exigencia, en un mundo distinto. No me retiro, voy a seguir jugando, pero de otra manera".

También insitió el manchego en que "nunca ha habido contactos para jugar en el Real Madrid".