Las autoridades británicas confirmaron que la climatología adversa fue un factor clave en el accidente que costó la vida al futbolista Emiliano Sala y el piloto que le transportaba, David Ibbotson. Según estas fuentes, el mal tiempo produjo una sensación incontrolable en el piloto que provocó el accidente.

Tras la aparición nuevas imágenes de diferentes partes del avión en el que viajaba el futbolista argentino,  las autoridades británicas explicaron la influencia de la meteorología en el trágico suceso. Estos especialistas sostienen que se produjo la denominada 'espiral del cementerio', lo que significa que el piloto no estaba lo capacitado para volar en una noche oscura y con escasa visibilidad debido al mal tiempo.

Estas circunstancias hicieron que Ibbotson no percibiera la línea del horizonte y que no se pudiera orientar. La ausencia de horizonte provoca ilusiones sensoriales que se conocen como "desorientación espacial", lo que hace que el piloto suba y baje sin ser consciente de ello. Esta desorientación espacial provocó que si el avión giraba hacia la derecha, el piloto experimentaba durante más de 20 segundos que la sensación de que la maquina estaba girando hacia la izquierda.

La Air Accidents International Brands (AAIB) confirma que David Ibbotson siguió el plan de vuelo a través de una tablet, utilizando un sistema para novatos y sin una licencia comercial (solo privada). Según estas fuentes, su falta de experiencia le hizo caer en la desorientación espacial que pudo provocar la caída de la avioneta.

El cuerpo de Ibbotson sigue sin aparecer. La familia recaudó fondos para iniciar una búsqueda privada pero ésta se suspendió el pasado miércoles tras no encontrarse nada en el fondo del mar ni en las costas menos accesibles.