Cinco claves de Rusia, rival de España en octavos del Mundial

Aleksandr Golovin, centrocampista de Rusia, en el partido de la fase de grupos del Mundial contra Egipto.
Aleksandr Golovin, centrocampista de Rusia, en el partido de la fase de grupos del Mundial contra Egipto.
EFE
Aleksandr Golovin, centrocampista de Rusia, en el partido de la fase de grupos del Mundial contra Egipto.

No sin sufrimiento, España ya conoce quién será su rival en octavos de final del Mundial de Rusia: precisamente la anfitriona. El conjunto entrenado por Stanislav Cherchesov no atraviesa el mejor momento de fútbol de su historia, y de hecho recibió un serio correctivo de Uruguay antes de pensar en la siguiente fase.

Sin embargo, Fernando Hierro y los suyos no deberán fiarse de un conjunto que tiene mucho que decir en su Mundial y que quiere aprovechar las dudas que ha generado el equipo español en la fase de grupos.

Hay cinco claves que tendrán que tener en cuenta:

El factor 'Al Ghandhour'

Históricamente, enfrentarse a la anfitriona ha supuesto un problema. La selección española tiene experiencia en este aspecto, como se demostró con Corea y el famoso árbitro Al Ghandhour, pero el VAR suaviza esta circunstancia. La presión que puede ejercer la presencia de Vladimir Putin y de la propia afición local en Moscú serán enemigos extra que deberán superar los españoles.

Un contragolpe letal

Samedov y Cheryshev son balas galopando al espacio. Este precisamente es uno de los puntos flacos de España, ya que está sufriendo en su transición defensiva. Frenar al del Spartak y al del Villarreal no será un trabajo fácil para Ramos, Piqué y compañía.

La calidad de Golovin

La gran sensación de la anfitriona. Creativo entre líneas y con pie de seda en los balones parados. Una amenaza para una España que recibe demasiados goles y que tendrá una piedra de toque en el joven jugador del CSKA de Moscú. Es uno de los futbolistas que más se ha revalorizado en este Mundial, y su nombre ya se vincula con clubes como el Barcelona.

El gigantón Dzyuba

La constante pelea del delantero centro de Rusia será un dolor de cabeza para Sergio Ramos y Piqué. Su 1'94 de altura le convierte en un peligro a balón parado, pero también cuenta con velocidad y buena finalización.

Defensas toscos

No todo son malos augurios para España. Tanto los mediocentros como los centrales rusos son poco ágiles, y España cuenta con armas para desbordarles. Un Isco en estado de gracia (el mejor de los tres partidos de la fase de grupos) puede destrozarles, y si conecta con Diego Costa, pueden minimizar las amenazas rusas.

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