El Barcelona ha sufrido un batacazo histórico en su visita a Roma. El 4-1 del partido de ida dejaba al equipo en una gran situación para acceder a las semifinales de la Champions League, pero la agresividad en la presión del equipo italiano y la incapacidad de respuesta del español ha provocado una derrota que sin duda deja muy tocado al grupo, que tenía en la máxima competición continental una de las grandes esperanzas de la temporada.

1. Renuncia al estilo. Será difícil valorar qué fue antes, si el huevo o la gallina. Es evidente que la pérdida de Xavi Hernández y la cuesta abajo de Andrés Iniesta hace mucho más complicado dominar los partidos a través del juego de posesión que ha maravillado al mundo en la última década. Más que perder, al aficionado culé le duele hacerlo sin poder desarrollar un ideal de juego que le ha hecho grande no hace mucho.

2. Luis Suárez, ahogado. Sólo un gol del uruguayo en la presente edición de la Liga de Campeones; el del 4-1 a la Roma en el partido de ida. Es indiscutible que el uruguayo ha marcado la diferencia a través de sus goles en su etapa como culé, pero más allá de eso, siempre ha sido aire para su equipo con su brega, sus diagonales y sus desmarques. La Roma presionó y el Barça necesitó más juego de su nueve, que sin embargo estuvo muy lejos de su mejor nivel.

3. ¿Neymar o sistema? Durante gran parte de la temporada, se llegó incluso a elogiar la salida de Neymar. No en un principio, pero sí después, viendo la excelente racha de resultados, se afirmó que jugar con un centrocampista extra daba al equipo culé más solidez. Ahora la duda está en el impacto que ha tenido realmente la pérdida de un jugador como el brasileño. Sin Coutinho en Champions, Ousmane Dembélé ha jugado en el Olímpico cinco minutos más descuento. Un jugador como el crack del PSG te da una bola extra para cambiar el guión en noches como la de hoy.

4. El bajón de Umtiti. El zaguero francés comenzó la temporada a un nivel altísimo, pero en las últimas semanas, y coincidiendo con unas declaraciones en las que no dejaba clara su continuidad en el equipo culé, no está mostrando tanta solvencia. Menos seguro con balón y sobre todo, menos concentrado en defensa, ha vuelto a dejar dudas en el choque ante la Roma, especialmente en la acción del 1-0, donde pecó de falta de intensidad en una acción que acabó marcando la eliminatoria.

5. Valverde no confía en el banquillo. Cuando el Real Madrid ganó Liga y Champions la temporada pasada, el entorno blaugrana criticó con dureza que el equipo no tuviera una segunda unidad que le ayudase a competir ante el equipo blanco. Las llegadas de Paulinho, Deulofeu o Dembélé debían haber resuelto esa carencia, pero la realidad es que en el día clave, Valverde ha hecho dos cambios en el minuto 85, y el otro, poco antes, ha sido la entrada de André Gomes por Iniesta.