Los niños 'buenos' y los niños 'malos' del fútbol brasileño

  • Algunos se declaran muy religiosos y hacen alarde de una vida sin excesos.
  • Otros, como Ronaldinho, Ronaldo o Adriano, se pierden en la noche.
  • Felipe Melo ha sido el último en confirmar su intención de ser diácono.
De izquierda a derecha, Donato, Kaká, Felipe Melo, Ronaldo y Ronaldinho.
De izquierda a derecha, Donato, Kaká, Felipe Melo, Ronaldo y Ronaldinho.
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De izquierda a derecha, Donato, Kaká, Felipe Melo, Ronaldo y Ronaldinho.

Los futbolistas brasileños siempre se han caracterizado por un talento innato para el deporte rey y muchos de ellos han sido considerados de los mejores de la historia, tras triunfar en los grandes clubes de Europa.

Muchos de ellos, al margen del fútbol, se han hecho también famosos por promocionar este deporte por todo el mundo (caso de Pelé), por sus convicciones religiosas o por sus escarceos nocturnos, entre otras cosas, pero sobre todo por las dos últimas.

Virtuosos como Kaká, Donato (brasileño, nacionalizado español) o el mismísimo 'O Rei' siempre han manifestado públicamente su devoción y se han declarado fervientes seguidores de la palabra del Señor. Esta actitud hacia la religión, en muchas ocasiones, les ha mantenido alejados de los escándalos, las fiestas nocturnas o el consumo de drogas y alcohol.

El último en subirse al carro de los creyentes ha sido Felipe Melo, ex jugador del Racing de Santander y Almería (ahora milita en la Juventus), que ha asegurado que su sueño no es otro que convertirse en diácono de su iglesia en Brasil: "Estoy estudiando la Biblia con ese objetivo, pero tengo que cambiar cosas. Ahora soy mejor persona, ya no tengo necesidad de pelear con la gente en la calle o la discoteca", señala agradecido.

Algo similar a Kaká, que donó el FIFA World Player 2007 a su iglesia Renacer en Cristo, dijo públicamente que llegó virgen al matrimonio por respeto a Dios, así como popularizó el mensaje "I belong to Jesus" ("yo pertenezco a Jesús") en su camiseta interior. Su razón: "Me rompí la sexta vértebra, pero vi la mano de Dios", relata a propósito de un accidente.

En el 'Súper Dépor' de los 90 el hispano-brasileño Donato puso de moda la "fuerza para vivir", con libro de autoayuda y todo, y se declaró practicante de los Atletas de Cristo (ONG religiosa internacional con la que también simpatizan, entre otros, el ex atlético Baltazar, Kaká, Zinho, Bebeto, Lucio o Zé Roberto). "Los atletas de Cristo podemos ir a lugares a los que muchos pastores no pueden ir para llevar el Evangelio, como a la Copa del Mundo", ha señalado el ex azulgrana Edmilson en alguna ocasión.

El desenfreno, el alcohol y la popularidad

Por otro lado estarían los Adriano, Ronaldinho, Ronaldo o el propio Robinho, por ejemplo. Jugadores con unas cualidades únicas en el mundo, que compaginan sus años de deportista con horas de noche, alcohol y desenfreno, repercutiendo negativamente en su nivel futbolístico.

Adriano reconoció recientemente que llegaba a entrenar borracho cuando militaba en el Inter de Milán. Además, ha participado en fiestas de más de 12 horas de duración y ha protagonizado escándalos con mujeres y un transexual. Por su parte, entre otras cosas, a Ronaldinho se le ha llegado a relacionar con un narcotraficante de una favela de Río Grande do Sul, así como son archiconocidas sus escapadas nocturnas (la última a París, antes de un partido con el Milan).

Otro de los más conocidos de la noche, el ex madridista Ronaldo, sabe lo que es ser chantajeado por un travesti tras una fiesta, así como siempre quedarán en la memoria de todos sus multitudinarios cumpleaños cuando vistió la camiseta del Real Madrid.

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