El futbolista Adriano confiesa que tocó fondo.

En declaraciones a la revista R7, el brasileño recuerda sus problemas con el alcohol. "Sólo me sentía feliz bebiendo, todas las noches. Bebía todo lo que me ponían delante: vino, whisky, vodka, y cerveza, mucha cerveza. No sabía cómo disimularlo, llegaba borracho por la mañana a los entrenamientos. Me presentaba aunque estuviese borracho del todo. Entonces me llevaban a dormir a la enfermería y decían a la prensa que sufría dolores musculares. No paraba de beber y tuve que dejar el Inter".

Todo ello, provocado por una depresión que le duró varios años ("entre 2005 y 2009"), tras la muerte de su padre. "Sólo yo sé cuanto sufrí. La muerte de mi padre me dejó un vacío enorme, acabé sintiéndome muy solo y me aislé cuando murió. Fue lo peor. Me vi solo, triste y deprimido en Italia, y es cuando empecé a beber".

Ahora, sonríe de nuevo en su etapa como goleador en el Flamengo brasileño. "La gente me dijo que estaba loco por renunciar a un contrato millonario. Renuncié a los millones pero he comprado la felicidad".