Álex Abrines vuelve a sonreír. Ha regresado a España para jugar en el Barça Lassa, después de que su carrera en la NBA quedara cortada. El motivo no fue estrictamente deportivo, sino mental: padeció una profunda depresión que le hizo hundirse.

En su presentación como jugador culé por segunda vez, el escolta se refirió a esos problemas y la importancia que tiene tener apoyo. "Da igual si eres Bill Gates o estás en paro, estos problemas le pueden pasar a cualquiera. La gente debe saber que con la ayuda de profesionales, de amigos y de la familia se puede sale adelante", afirmó.

En este sentido, también destacó que los deportistas profesionales no son ajenos a las dificultades para sobrellevar la presión o, simplemente, para no caer en un estado depresivo o de ansiedad.

"Somos jugadores 2 ó 3 horas al día, pero después puedes pasar momentos que son difíciles. La gente debe saber que están pasando estas cosas y se han de tomar medidas preventivas para que no vuelvan a suceder. Además del fisioterapeuta, debe haber una persona dedicada a la salud mental porque también es importante", pidió públicamente.

Su vuelta al Barcelona se produce sin perder de vista la NBA, y aunque no fue el club culé el único en interesarse, sí fue el que más le apoyó. "El Barça se preocupó por mí cuando empezaron mis problemas personales y lo hizo pensando en mí como persona antes que como jugador y esto se lo agradeceré siempre. Necesitaba un lugar para volver a disfrutar del baloncesto y para mí no había mejor lugar que este club", agradeció Abrines.