El lío entre Real Sociedad y Real Betis sigue desarrollándose y no parece que vaya a tener un final agradable. Después de que el conjunto vasco decidiera no facilitar entradas a los aficionados béticos para el partido de Liga del próximo domingo en el Reale Arena, Jokin Aperribay realizó unas declaraciones muy polémicas que han recibido una contundente respuesta por parte del club verdiblanco.
El presidente de la Real Sociedad aseguró este jueves en la Junta General de Accionistas del club vasco que "ningún tipo del Betis que venga a tocarnos los cojones va a entrar en Anoeta"; unas palabras derivadas de los cánticos contra Aitor Zabaleta en el mismo partido del año pasado, en el que ultras del Atlético de Madrid se colaron junto a los andaluces en el coliseo 'txuri urdin' para dedicar cánticos contra el aficionado asesinado cerca del Vicente Calderón en 1998.
Este año se cumple el 25 aniversario de su muerte, y por ello Aperribay fue tan tajante sobre la medida empleada por su club. Sin embargo, nada de ello ha sentado precisamente bien en el seno del Real Betis, que cargó duramente este viernes contra Aperribay por sus declaraciones: "El Real Betis Balompié muestra su máximo rechazo a las manifestaciones realizadas ayer por el presidente de la Real Sociedad de Fútbol, Jokin Aperribay, en su junta general de accionistas".
El cabreo es tal en la entidad sevillana que trasladarán esas palabras del máximo mandatario del club donostiarra a los organismos pertinentes, después de que Facua y FASFE hayan denunciado la situación para proteger a los aficionados y seguidores del Betis que se han quedado sin poder acompañar a su equipo en San Sebastián: "La única voluntad de los béticos era la de ir al partido del próximo domingo a animar a su equipo, tal y como hacen en todos los estadios españoles y europeos".
"Estas declaraciones son impropias de un cargo de tal responsabilidad y están muy lejos de las maneras en las que se desenvuelve el fútbol en nuestro tiempo", agregó el Betis contra las declaraciones de Aperribay, las cuales trasladará concretamente hasta la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, "al ser claramente incitadoras a la violencia".
El club verdiblanco argumentó que "hubiera sido perfectamente realizable el control de los accesos" de 300 aficionados béticos, "mediante la comprobación de la identidad de los socios béticos a través del DNI, evitándose que pudieran entrar aficionados ajenos al cuerpo social del Real Betis", por lo que no existen para ellos excusas que expliquen la decisión de la Real, a la que por otro lado no parecen importarle posibles futuras sanciones.
"De esta manera, los representantes institucionales del club no asistirán al palco presidencial del estadio de Anoeta el próximo domingo", avanzó el equipo andaluz en un duro escrito, en el que indicó también que prestará asesoramiento jurídico a los seguidores que ya hubieran contratado viajes y hoteles y "se hayan visto perjudicados por la insólita decisión de la Real Sociedad".
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