Aunque el ruido mediático es notablemente inferior a estas alturas, más de un mes después de que comenzase todo, el caso Rubiales sigue en primera plana. Mientras la Real Federación Española de Fútbol sigue efectuando una limpia entre sus dirigentes para modernizarse y adaptarse a las exigencias de las jugadoras, el escándalo está siendo procesado judicialmente.

Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, se enfrenta a la justicia por presunta agresión sexual después del beso en la boca que dio a Jenni Hermoso en la final del Mundial; y por coacciones tras las supuestas presiones que ésta habría recibido de él y su círculo más próximo para justificarlo. Un juicio en el que también están involucradas muchas de las campeonas del mundo, como Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, que testificarán este lunes ante el juez.

Las internacionales comparecerán ante la Audiencia Nacional para dar su versión sobre lo ocurrido el pasado 20 de agosto, tras la victoria de la Selección de fútbol femenino en el Mundial de Australia, y sobre las coacciones que se imputan tanto a Rubiales como a miembros de su equipo al frente de la RFEF días después para conseguir que Jenni Hermoso dijese que el beso fue consentido.

Sale a la luz el informe de la FIFA sobre el 'caso Rubiales': "Perjuicio irreparable para el mundo del fútbol"

Dos de ellas, Alexia y Misa, seguían en la fila a la futbolista en el momento de la entrega de trofeos del Mundial, cuando se produjo el beso de Rubiales a la jugadora. A partir de ahí, para indagar sobre las presuntas coacciones, las acusaciones preguntarán previsiblemente a las jugadoras por el viaje a Ibiza del que disfrutaron tras ganar el campeonato, y en el que también se encuadran esas supuestas presiones.

Con sus declaraciones, el juez Francisco de Jorge podrá continuar recabando testimonios en el marco de la investigación a Rubiales por delitos de agresión sexual y coacciones, una causa que recientemente ha sumado otros tres imputados: el exseleccionador femenino Jorge Vilda; el director de la selección masculina, Albert Luque; y el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

A los tres últimos el juez los citó el 10 de octubre como investigados después de que el hermano y una amiga de Jenni Hermoso confirmasen las presiones recibidas para que la jugadora del Pachuca de México justificase públicamente el beso de Rubiales. En el caso de Luque, que viajó hasta Ibiza con el cometido de persuadir a Hermoso acompañando a Rivera, su declaración se ha pospuesto al día 16.

Continúa la purga de la RFEF con el despido de su director de Comunicación, Pablo García-Cuervo

Días después, el 20 de octubre, el juez interrogará como testigos al seleccionador masculino, Luis de la Fuente; al exdirector de comunicación de la RFEF Pablo García-Cuervo, despedido el viernes; y al subdirector de ese departamento, Enrique Yunta. 

La ronda de declaraciones proseguirá el 27 de octubre, cuando testificarán el director de gabinete de Rubiales, José María Timón; el psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, y el responsable de "compliance" (cumplimiento normativo) de la Federación, Javier Puyol.