El fallecimiento de Pepe Domingo Castaño ha dejado un vacío irremplazable en la radio deportiva española, pero por siempre resonarán en el recuerdo de todos los aficionados al deporte las grandes frases que dejó ante los micrófonos.

Este domingo, en el día de su adiós, todo el mundo recuerda —irónicamente— su "¡Hola, hola!", el saludo más reconocible en las ondas, el inicio de sus memorables narraciones que nadie olvidará. Luego llegaban los goles, las tarjetas y las jugadas, pero también la publicidad, a la que supo darle un giro genial con su arte para el mundo de la canción.

¡Hola, hola!

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"Coronita, uh, fresquita, uh", "El talonario, el talonario, talonario Bancotel..." (al ritmo de La cucaracha) o cantar el Nessum Dorma para publicitar una motosierra fueron algunas de las más destacadas, aunque nadie olvidará jamás su "Pepe, ¡un purito!", que siempre introducía para introducir la cuña de los puritos Reig.

Pepe, ¡un purito!

Los tiempos cambian, pero la voz y el ingenio de Pepe Domingo siempre estuvo ahí para todas las generaciones que disfrutaron de las tardes de fútbol en el coche, en la playa, en el estadio, o en casa pegada al transistor. Así, también llegaron nuevas sintonías como el famoso "saca las pipas, que quiero compartirlas", pero siempre con la voz de Pepe, la voz de la radio deportiva.

Saca las pipas, que quiero compartirlas

Él no pudo estar este domingo en su Tiempo de Juego, pero fue el centro de una retransmisión que dejó el fútbol a un lado para convertirse en un carrusel de despedidas y anécdotas protagonizadas por el propio Pepe, en el que también se recordaron muchas de sus frases como la mítica "póngame a los pies de su señora". 

Póngame a los pies de su señora

La lista es eterna, como el propio Pepe Domingo Castaño, que cumplió la promesa que selló con una de sus grandes frases. "Las palabras van a terminar conmigo. O yo acabaré con ellas. Mientras tenga palabras e ilusión estaré al pie del cañón. Yo no me voy a jubilar", y así ha sido, pues hasta su último día hizo vibrar a todos sus oyentes como el primer día.