Dos viejas conocidas vuelven a encontrarse este domingo en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda: España e Inglaterra. Poco queda de esos dos equipos que se midieron en los cuartos de la Eurocopa del año pasado más allá de su esencia. Ese día, las Lionesses eliminaron a la selección española con una cruel remontada en los minutos finales, pero ahora todo puede ser diferente.

Un pequeño aroma a revancha inunda la final. La Roja llegaba al torneo europeo como una de las grandes favoritas, y se marchaba por la puerta de atrás a las primeras de cambio, con un incendio en el vestuario —el mal resultado fue la chispa del conflicto de 'las 15'—. Esos fantasmas han quedado atrás: el grupo está unido, ha hecho historia y quiere llevarse la Copa del Mundo a casa.

La vigente campeona de Europa, por su parte, aterrizaba en la gran cita mundialista con algunas dudas por las lesiones de tres jugadoras clave: Beth Mead, bota de oro de la Eurocopa, Leah Williamson, la capitana, y Fran Kirby, insustituible para Inglaterra. No tardó mucho en disiparlas todas y demostrar por qué levantó la Eurocopa y la Finalissima.

Las claves de Inglaterra

Un torrente ofensivo. Haber perdido a tres de sus mejores futbolistas no ha rebajado el gran potencial de las Lionesses en ataque. Hay tres nombres con los que hay que andarse con mucho ojo: Lauren James, Alessia Russo y Lauren Hemp. Son las máximas goleadoras de la selección inglesa, con tres goles cada una. 

La primera regresa para la final tras perderse por sanción —por su feo pisotón a una jugadora de Nigeria— los cuartos de final y las 'semis'. La segunda se ha consagrado en este Mundial tras haber sido el 'revulsivo de lujo' en la Eurocopa pasada —marcó ante Colombia y Australia—. Y la tercera se ha adaptado a la perfección a su nueva posición: el centro del ataque —parte como extremo izquierdo en su equipo—.

LAPRESSE

La tranquilidad. Si hay algo que caracteriza a esta Inglaterra es que ni le asusta ir por detrás en el marcador, ni busca con demasiada premura el gol. El conjunto británico destila tranquilidad en su juego: combina, abre espacios y, entonces, asesta el golpe. Mientras tanto, sabe sufrir en los momentos clave y confiar en sus capacidades para ir a por la victoria, pero siempre sin precipitarse y caer en errores.

Su seleccionadora. Sarina Wiegman ha sido elegida mejor entrenadora del mundo en tres ocasiones (2017, 2020 y 2022). Además, es la única persona que ha llevado a dos naciones distintas a la final de una Copa del Mundo: a Países Bajos en 2019 y a Inglaterra en 2023. La neerlandesa está apostando en Australia y Nueva Zelanda por un 3-5-2 (tres centrales y carrileras muy arriba), aunque no tiene miedo de cambiar de sistema para ir a por la victoria. Ya lo hizo en los cuartos de la Eurocopa ante España y tumbó a la Roja.

La selección española también deberá andarse con ojo con el centro del campo inglés, lleno de talento. Georgia Stanway, Ella Toone y Keira Walsh son la brújula de las Lionesses... pero también futbolistas con mucha llegada al área y mucha malicia cerca de la portería rival.