Vingegaard se defiende de las acusaciones de dopaje: "No tomaría nada que no daría a mi hija"

Vingegaard celebra su ventaja lograda en la etapa 17
Vingegaard celebra su ventaja lograda en la etapa 17
MARTIN DIVISEK
Vingegaard celebra su ventaja lograda en la etapa 17

El danés Jonas Vingegaard ha salido este miércoles al paso de las acusaciones de dopaje que recaen ahora sobre él tras dejar el Tour de Francia prácticamente sentenciado con dos exhibiciones consecutivas en la ronda gala.

"Para mí es difícil decir algo más, comprendo que es duro para la gente confiar en el ciclismo a causa del pasado que tiene, pero ahora todo el mundo lo practica de forma diferente de hace 10 años. No tomo nada y no tomaría nada que no daría a mi hija", aseguró el corredor danés.

En la caravana del Tour de Francia sorprendió mucho la contrarreloj que hizo este martes, donde mejoró ampliamente el mejor crono que habían previsto los organizadores. Sin que nadie se atreva a decirlo en voz alta, la actuación del danés ha reavivado las sospechas en un deporte que no termina de quitarse la losa del dopaje.

El director del Tour, Christian Prudhomme, consideró legítima la duda, pero recordó que el ciclismo se somete a controles independientes y que el maillot amarillo no pasa un día sin ser testado. De hecho, tras la contrarreloj, todos los corredores de su equipo y los del UAE de Tadej Pogacar fueron sometidos a controles sanguíneos antes del inicio de la etapa 17.

Vingegaard responde apesadumbrado a las sospechas, pero mantiene su discurso monótono. Y cuando le recuerdan que su ritmo iguala el de los años más oscuros del ciclismo, el danés responde que es a causa de las mejoras en el material y en la preparación de los corredores.

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