Alves pasa su primer fin de semana en prisión: la presunta violación aquel 30 de diciembre, su versión y a qué pena se enfrentaría

El exfutbolista de Sevilla y FC Barcelona, Dani Alves, ha sido detenido este viernes por la presunta agresión sexual a una mujer en una discoteca de Barcelona el pasado mes de diciembre. El arresto se ha producido después de que el lateral derecho haya acudido a declarar por los hechos a la comisaría de Les Corts.
El exfutbolista de Sevilla y FC Barcelona Dani Alves, en el momento de su detención.
El exfutbolista de Sevilla y FC Barcelona, Dani Alves, ha sido detenido este viernes por la presunta agresión sexual a una mujer en una discoteca de Barcelona el pasado mes de diciembre. El arresto se ha producido después de que el lateral derecho haya acudido a declarar por los hechos a la comisaría de Les Corts.

Este viernes se cumplieron tres semanas desde que comenzase la investigación sobre Dani Alves, ex jugador de Sevilla, Barcelona, Juventus y PSG, por una presunta agresión sexual en una discoteca de Barcelona. A estas horas, por orden de la jueza que instruye su caso, a petición de Fiscalía y de la acusación particular, el ya exfutbolista del Pumas mexicano ingresaba en prisión preventiva sin fianza hasta que se celebre su juicio. 

Estas son las cinco claves necesarias para entender el 'caso Dani Alves', su cronología y lo que puede sucederle al brasileño de ahora en adelante:

El inicio de la investigación policial y la denuncia contra Dani Alves. La noche del 30 al 31 de diciembre de 2022, Dani Alves acudió a una fiesta en el local barcelonés Sutton, una discoteca emplazada en la calle Tuset. El lateral brasileño se encontraba de vacaciones en la ciudad condal tras participar en el Mundial de fútbol de Qatar como parte de la selección brasileña, que quedó apeada del torneo en cuartos de final. Allí, el jugador inició supuestos tocamientos íntimos no consentidos con una joven de 23 años presente en sala de fiestas, que procedió a denunciarle tres días después.

En concreto, la mujer supuestamente agredida formalizó una denuncia en la que especificó cómo el futbolista sudamericano le efectuó tocamientos por debajo de su ropa interior sin su consentimiento en los baños, cuando se hallaba con unos amigos aquella noche en la mencionada discoteca. La mujer mantiene además en la denuncia que Alves la violó vaginalmente, empleando para ello el uso de la fuerza, en un baño privado. Tras el incidente, la mujer y sus amigos alertaron al personal de seguridad de la discoteca, que activó el protocolo habitual en estos casos y avisó a los Mossos d'Esquadra.

La Policía catalana se desplazó hasta la sala de fiestas para tomar declaración a la presunta víctima de esta agresión sexual. Sin embargo, el brasileño ya había abandonado el local de ocio nocturno. Los grupos especializados en atención a las víctimas de agresiones sexuales de los Mossos acompañaron y asesoraron a la afectada, que también se sometió a un examen médico en el Hospital Clínic de Barcelona. 

Por su parte, Alves regresó a México antes de que la denuncia fuese formal, para reincorporarse a la disciplina del Pumas y competir con el equipo azteca. Mientras, su entorno se dedicó a asegurar que Alves sí estuvo en la sala, durante "poco tiempo", pero que en ningún momento "ocurrió nada" entre él y la denunciante. 

Alves se defiende mediáticamente de las acusaciones. Apenas tres días después de que la denuncia fuese formal y en firme, y mucho antes de tener que declarar ante los Mossos y la jueza como detenido e investigado, el defensa brasileño respondió a las acusaciones vertidas sobre su persona. Lo hizo a través de un vídeo, remitido a los principales medios de comunicación españoles, donde se podía ver al futbolista hablando frente a la cámara y negando ser culpable de todo lo que se le estaba imputando. 

"Me gustaría desmentir todo. Yo estuve en ese sitio, estuve con más gente disfrutando. Todo el mundo de que me conoce sabe que me gusta bailar. Disfrutando, pero sin invadir el espacio de los demás. Siempre respetando el entorno", empezó a defenderse Alves. "Cuando tú eliges ir al baño no tienes que preguntar quién está en el baño para ir", continuó, negando directamente que conociese a la chica que le ha denunciado: "Lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita".

"No sé su nombre, no la conozco. Nunca la vi a través de mi vida", insistió en el vídeo. "Estos años nunca he invadido el espacio de alguien sin autorización. ¿Cómo lo voy a hacer con una mujer, o con la chica que sea?. No, por Dios", reiteró el futbolista. Además, pidió que parasen todas las noticias sobre el tema: "Ya basta, porque están haciendo daño, sobre todo a mi gente".

Posteriormente, el día que declaró Alves ante la Policía, su mujer, Joana Sanz, manifestó públicamente el apoyo a su marido a través de diversas publicaciones en redes sociales. El viernes, horas antes de que se ordenara su entrada en prisión, Sanz publicó una fotografía en la que mostraba las manos de ambos entrelazadas, acompañando este gesto con un mensaje que rezaba "juntos" en inglés.

"Yo sé quién es mi marido, sé lo respetuoso que es porque ni cuando me estaba conociendo a mí me faltó al respeto. He visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy", explicó también Joana Sanz en el programa televisivo 'Y ahora Sonsoles' hace unos días apoyando a Dani Alves.

El proceso judicial. ¿Qué pide la Fiscalía? A pesar de todo, Dani Alves fue citado a prestar declaración en calidad de investigado en la comisaría de Les Corts el viernes 20 de enero. Unos días antes, el brasileño había ya aterrizado en España procedente de México, acompañado de sus abogados, que hablaron con la policía explicando que su cliente estaba a su entera disposición.

Alves compareció y fue 'fichado' por la policía, es decir, que se le fotografió y se le tomó la huella dactilar. Desde entonces, además, Dani Alves tiene oficialmente antecedentes penales en nuestro país. Conforme terminó de declarar ante la jueza y los Mossos d'Escuadra, fue detenido a su salida de la comisaría para pasar a disposición judicial y ser trasladado a la Ciutat de la Justicia.

La titular del Juzgado de instrucción número 15 de Barcelona fue quien abrió finalmente diligencias para investigar la supuesta agresión sexual, y quien tomó la decisión de ingresar al futbolista en prisión preventiva sin fianza, a petición de la Fiscalía como medida cautelar y de la acusación particular ejercida por la denunciante, que también prestó declaración el mismo día. De este modo, Alves fue trasladado el mismo viernes, sobre las 18.20 horas de la tarde, a la cárcel de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), donde ha pasado su primera noche en prisión.

Desde que el pasado 2 de enero, cuando la víctima presentó su denuncia, la Policía catalana estuvo interrogando a varios testigos, entre ellos personal de seguridad del local, visionando las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca, y recogiendo muestras en el lugar de los hechos. 

Todas esas diligencias, unidas al examen forense que se practicó a la denunciante el día de la agresión, condujeron a la jueza a la conclusión de que existían suficientes indicios para creer que Alves hubiese cometido la agresión sexual. La jueza instructora del caso ha tenido también en cuenta la declaración "contundente" y "persistente" de la víctima en la misma mañana que el presunto agresor.

Prisión preventiva sin opción a fianza. ¿Qué implica? Tanto la Fiscalía como la acusación particular que se personará en nombre de la denunciante en el futuro juicio contra Alves solicitaron inmediatamente tras la declaración de la víctima su ingreso en prisión preventiva sin fianza como medida cautelar, para asegurarse de que se podría proseguir con el proceso judicial pertinente. Además, los indicios sobre su culpabilidad han jugado también en contra del brasileño.

La solicitud, aprobada por la jueza, implicó el ingreso de Dani Alves en la mencionada prisión de Brians 1. La titular del Juzgado de instrucción número 15 de Barcelona consideró, a la hora de acordar su encarcelamiento, y siempre de acuerdo con el criterio de la Fiscalía y la acusación particular, que el futbolista presentaba un elevado riesgo de fuga y de sustraerse de la acción judicial, teniendo en cuenta su elevada capacidad económica, que reside en el extranjero (México y Brasil), y que tiene doble nacionalidad, brasileña y española. 

Por otro lado, razona la magistrada, Brasil no tiene convenios de extradición con España, y su Constitución prohíbe extraditar a los brasileños nativos, lo que incrementaba el riesgo de que el deportista intentase huir de la justicia española para refugiarse en su país de origen. El mejor ejemplo de esta práctica es Robinho, ex futbolista del Real Madrid y el Milán que fue condenado a nueve años de prisión en Italia por el mismo delito, y aún no ha entrado en la cárcel al encontrarse auspiciado en su propio país, a pesar de que ambos gobiernos ya trabajen en una solución intermedia.

El futuro de Dani Alves. ¿Qué le espera al brasileño? Tras pasar su primera noche entre rejas en el calabozo, Alves tendrá que permanecer encerrado hasta que se anuncie la vista para su juicio, y de comienzo el proceso sumario en el que tendrá que defenderse de los cargos presentados en su contra, siendo estos los de agresión sexual con agravantes (al haber empleado intimidación o violencia), después de que el Código Penal español eliminase el delito de 'abusos sexuales'.

Los artículos 178 a 180 del Código Penal prevén el abanico de penas aplicables a los distintos supuestos de agresión sexual, que en este caso aún están por delimitar. Aun así, y como mínimo, la pena que podría enfrentar Dani Alves en caso de ser declarado culpable iría de 1 a 4 años de prisión. Sin embargo, si concurren algunas de las circunstancias agravantes del delito, la pena podría ir de 2 a 8 años de cárcel.

Cuando la agresión consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, como parece haber denunciado la víctima, la pena sería de 4 a 12 años de prisión, al haber incurrido en el delito concreto de violación. Aun así, podría extenderse hasta los 15 años de cárcel si se llegan a dar otra serie de condicionantes y agravantes. Además, las concretas lesiones físicas o psíquicas que se hayan producido a la víctima no quedarán absorbidas por el delito de agresión sexual, por lo que Alves también podría hacer frente a varios delitos distintos más allá de la agresión sexual.

Por último, ya a nivel deportivo, la liga del fútbol mexicano y los Pumas UNAM, equipo al que pertenecía hasta este viernes el lateral brasileño, han actuado de manera conducente en cuanto a su participación en la liga y el equipo ya ha optado por terminar su relación con el jugador. 

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