No fue la mejor de las etapas para Carlos Sainz, que otra vez en Ha'il vio como su máximo rival en este Dakar 2023, Nasser Al-Attiyah, era más rápido que él. El qatarí se impuso en la quinta etapa para hacerse con su segunda victoria en esta edición y distanciarse aún más del español, que terminó segundo concediendo casi dos minutos más al vigente campeón y alejándose -todavía más-  del liderato de la clasificación general.

Le pasó factura al tricampeón su inicio de carrera. 'El Matador' arrancó perdiendo un tiempo en los primeros kilómetros que después le sería imposible recuperar. A pesar de que fue mejorando al final de la etapa, solo podría cruzar la línea de meta a 1:05 después que el vencedor.

En la arena consiguió superar a Loeb, que no se libra de los problemas mecánicos -estuvo unos 15 minutos parado poco antes de llegar al final- y Peterhansel. 'Monsieur Dakar' es quien está ahora mismo más cerca de impedir que Al-Attiyah revalide el título, pues marcha segundo en la tabla a 22:36, mientras que Sainz pierde opciones de acercarse a la cabeza después de sumar 1:57 que le deja a 34:52 del líder.

Con su victoria en esta quinta etapa, el qatarí evapora la sombra creada con sus comentarios sobre la FIA tras la decisión del organismo de aplicar la Equivalencia de Tecnología (EoT) a los coches T1.U -en este Dakar, solo los Audi-, con lo que los coches de la marca alemana obtenían ocho kilovatios más de potencia (11CV)-, algo que no sentó nada bien al jeque. 

"¡Qué sorpresa darle a nuestro principal rival 11 caballos de potencia más! Gracias por matar la carrera tan pronto", se quejó Al-Attiyah antes de la prueba, aunque parece claro una vez terminada que no era para tanto después de ampliar su ventaja sobre Sainz.

Jornada negra para los españoles

Los pilotos españoles en el Dakar vivieron una jornada negra. Aparte del segundo puesto de 'El Matador', que de poco le sirve porque sumó más distancia con el actual líder de la clasificación general, Laia Sanz y Joan Barreda sufrieron accidentes que, por suerte, quedaron en un susto.

La catalana, que un día antes había logrado su mejor posición desde que compite en la categoría de coches (P20), dio vueltas de campana en el kilómetro 28 del recorrido y su coche quedó destrozado, aunque tanto ella como su copiloto, Maurizio Gerini, salieron ilesos.

El fuerte golpe no provocó el abandono de Sanz, que esperó la llegada del camión de asistencia y del cuarto vehículo del equipo para reparar su Astara. Perdió cuatro horas en el proceso, pero logró reincorporarse y su principal enemigo es ahora el tiempo, pues debe pasar por los puntos de control y llegar a meta dentro del horario límite de 11 horas y media -hasta las 21:47 horas- para no ser considerada un reenganche, informa Mundo Deportivo.

Por su parte, Joan Barreda, que venció en la cuarta etapa con un dedo del pie roto desde la segunda etapa para sumar su trigésima victoria en un Dakar, también tuvo mala fortuna en el Ha'il. Le tocó abrir pista y se perdió, con lo que perdió más de 10 minutos. Cuando ya solo le quedaban 20 kilómetros para llegar a meta, se cayó de la moto.

Recibió ayuda de varios pilotos que se detuvieron para socorrerle y pudo continuar, "algo confundido". "Ha sido un rebote en una hierba de camello, he salido hacia delante y me cayó la moto encima y me dio en la cabeza", resumió 'Bang Bang' sobre lo ocurrido en la quinta jornada.