Xavi explica el fútbol que ha desarrollado en el Al Sadd y que desplegará en el Barça: "El balón no es una bomba"

Xavi Hernández, en 'The Coaches' Voice'
Xavi Hernández, en 'The Coaches' Voice'
The Coaches' Voice
Xavi Hernández, en 'The Coaches' Voice'

La decisión de apostar por Xavi Hernández como entrenador del FC Barcelona responde a varios motivos. Los sentimentales son obvios: capitán del mejor Barça de las últimas décadas, excapitán y responsable de una recuperación de filosofía y, sobre todo, adalid de una filosofía de fútbol irrenunciable que no se ha visto con Ronald Koeman.

Pese a las dudas que genera su experiencia como entrenador del Al-Sadd y si realmente está preparado para dar el salto a un primer espada como el Barcelona, Xavi tiene claro cómo deben jugar los equipos que él entrena. El excentrocampista lo ha explicado en 'The Coaches' Voice', donde ya muestra cómo ha jugado (y juega) su Al-Sadd.

"Lo más importante, lo más bonito y lo más precioso del fútbol es tener el balón e ir al ataque, dominar el partido con el balon", explica el técnico. Bajo esta idea general, desgrana las ideas básicas sobre las que trabaja su táctica.

El modelo de juego general:  posesión y superioridad

Como Johan Cruyff o, sobre todo, Pep Guardiola le enseñaron después, tener el balón es irrenunciable. "Sufro cuando no lo tengo, ya me pasaba cuando era futbolista y ahora más en el banquillo", relata. La posesión es lo más importante, más allá del sistema. "Soy un obsesionado de la posesión del balón", admite, pero siempre para generar ocasiones.

Para explicarlo con un ejemplo, saca un dibujo de 3-4-3, con tres defensas, dos pivotes defensivos, dos interiores, un 9 y dos extremos. "Cuando tenemos el balón, lo más importante es ensanchar el campo y abrirlo, lo más abierto posible y lo más profundo posible", explica, mientras coloca sus chapas frente a un equipo que tiene 4-4-2. Este modelo no es inamovible, ya que si tiene que cambiarlo para generar superioridad, lo hace.

Encontrar al hombre

La salida de balón desde el portero (en sus años lo hacía Víctor Valdés) es obligado. Abrir a los centrales y mover a los pivotes es fundamental para que, al mover en fase defensiva a los jugadores de ataque rivales, se pueda encontrar un hombre libre

"Todos tienen que entender dónde está la solución para la presión alta", explica, mientras pone varios ejemplos. El objetivo no es jugar directo arriba, sino ir buscando quién se va a quedar liberado frente a un rival que presione hasta alcanzar su objetivo: jugar el máximo tiempo posible en el campo contrario

Una vez superado el centro del campo, obliga a todos sus futbolistas (incluidos los defensas) a echarse arriba para conseguir la ansiada superioridad numérica. Si es contra un equipo que se encierra o que hace un bloque compacto en fase defensiva, Xavi admite que ahí es donde tiene que buscar otras soluciones y se hace más difícil.

La superioridad numérica en ataque

Cuando se encuentra con defensas más amplias, con cuatro o cinco hombres, se ve forzado a dejar dos o tres jugadores vigilando al '9' rival ante una eventual contra. La clave de su juego desde el centro del campo es sacar a uno de esos tres defensas para despegar al rival de su zona y poder jugar con un compañero. De nuevo, la superioridad.

Para llegar a esta fase no hay prisa, siempre que se garantice que la posesión es suya. En sus entrenamientos trabajan mucho las líneas de cinco defensas, que es lo que más se ha encontrado de momento en el Al-Sadd. La presencia de extremos en sus plantillas es obligatorio por eso: así pueden combinar para generar una superioridad. "Esto lo hace mucho el Manchester City", admite, señalando de manera implícita que aún se fija mucho en lo que hace Guardiola, su mentor.

Presión alta en defensa

El acoso en la salida de balón rival es otra de las claves. El '9' es el primero que fija un central contrario, con los interiores intentando frenar e incluso bloquear a los demás rivales. Esto obliga al portero a jugar largo o bien arriesgarse a hacerlo en corto y confiar en que sus defensas puedan armar un buen inicio de ataque.

Los pivotes defensivos hacen la cobertura ante un eventual balón largo, lo que acaba convirtiendo el inicio de las jugadas del otro equipo en duelos hombre al hombre. "Hay un mano a mano, no hay más. Tenemos que recuperar la posesión", insiste.

Xavi admite que esta idea tiene un riesgo muy alto: al querer recuperar el balón en campo contrario son vulnerables a que, en caso de que el rival enganche con su hombre u hombres más adelantados, se pueden quedar en inferioridad con un solo cierre para cubrir. El objetivo es coger el rechace o el segundo balón en caso de juego directo y saques al 'patadón'.

"El balón no es una bomba"

Cuando Xavi llegó al Al Sadd, ya como jugador, se dio cuenta de que sus compañeros sufrían teniendo el balón en posesión. "Tuve que cambiar la filosofía del equipo. Que tenían que entender que el balón no es una bomba, es un tesoro", recuerda, "Les inculco que no sufran con el balón, sino que disfruten".

Ese cambio de 'chip' lo trabaja en los entrenamientos con rondos, juegos de posesión e insistiendo en que deben tener el balón.

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