Ilusión de cara al Mundial... pero aún hay que clasificarse

  • La España de Luis Enrique hace soñar a la afición. Eso sí, antes toca lograr un billete para Catar 2022 que se complicó.
Luis Enrique celebra el pase de España a semifinales de la Eurocopa
Luis Enrique celebra el pase de España a semifinales de la Eurocopa
EFE
Luis Enrique celebra el pase de España a semifinales de la Eurocopa

La selección española salió de Milán con una sensación inmejorable: la de que puede plantar cara a absolutamente cualquier selección. Y ello, a poco más de un año de que empiece el Mundial, con un equipo además muy joven cuyos jugadores deberían ir creciendo de aquí a la cita que se disputará en Catar a partir del 21 de noviembre del año que viene.

España no solo plantó cara en la Liga de Naciones a las vigentes campeonas de Europa y del mundoItalia y Francia, respectivamente–, sino que además fue mejor. Solo la mala fortuna –y una polémica regla o decisión arbitral– privó al equipo de Luis Enrique de un título que mereció y acarició con los dedos, pero que se le resistió.

El seleccionador se ha ganado el reconocimiento hasta de los más críticos después de una convocatoria con mucha polémica por la presencia de jugadores jóvenes e inexpertos (con Gavi como máximo exponente) y la ausencia de otros.

El asturiano, siempre sobrado de personalidad, dobló su apuesta con la titularidad en los dos partidos del jovencísimo (17 años recientes) canterano azulgrana, y sus actuaciones le han dado la razón. Pero esta España de Luis Enrique va más allá de este o aquel nombre. Antes de Gavi, sacó lo mejor de Pedri. Si en esta Liga de Naciones ha brillado con luz propia Oyarzabal, en la Eurocopa el que lo hizo fue Dani Olmo, lesionado ahora. También ha sabido sacar el gran potencial de un Ferran Torres impresionante de cara al gol, recuperar la mejor versión de un Sergio Busquets que parece otro jugador cuando viste la Roja y, en líneas generales, cada jugador que defiende la elástica española dé lo mejor de su juego.

Parece complicado que el aficionado español no se ilusione con un equipo insultantemente joven que, además, domina a todos y cada uno de los rivales a los que se enfrenta. En la pasada Eurocopa, cuando España cayó en las semifinales, los de Luis Enrique fueron superiores a una Italia que se aferró a los penaltis y en la tanda tuvo más acierto; y en la final de la Liga de Naciones ante Francia, el peso del partido fue español, pero los galos tuvieron más pegada y fortuna.

Sin embargo, el gran papel de la Roja en ambos torneos contrasta con su irregular trayectoria en la clasificación para el Mundial de 2022. El camino a las grandes competiciones suele ser un paseo militar para España en los últimos años, pero esta vez la situación se ha complicado, y mucho. Un inesperado empate ante Grecia en el Nuevo Los Cármenes de Granada (1-1) no pareció nada preocupante, pero las alarmas saltaron cuando la Roja cayó en su visita a Suecia (2-1) en uno de los peores partidos de la ‘era Luis Enrique’: el combinado español ya no dependía de sí mismo para lograr el billete directo para el Mundial de Catar.

Grecia le hizo un gran favor a España con su victoria ante Suecia (2-1) el mes pasado, lo que de nuevo hace que España dependa de sus propios resultados. Sin embargo, la victoria de los suecos ayer ante los helenos lo complica un poquito más, el camino a Catar no será nada sencillo.

El jueves 11 de noviembre, la Roja visita a una Grecia que ha demostrado en su doble enfrentamiento ante Suecia que es un rival durísimo. Y mucho cuidado, si España no gana y Suecia sí lo hace en su visita a Georgia, los de Lucho tendrán que ir a la repesca.

Para cerrar el grupo, España se medirá el domingo 14 de noviembre a Suecia en un duelo en el que la primera plaza estará en juego. Si los escandinavos no fallan en su visita a los georgianos, a la Roja no le quedará otra que ganar en La Cartuja al correoso equipo de Janne Andersson para lograr el billete directo a Catar.

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