Max Verstappen completó un fin de semana perfecto en el GP de Austria. De principio a fin, el neerlandés hizo vibrar a lo grande a los más de 132.000 espectadores que vieron la carrera en el circuito en directo.

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Tras él entraron Valtteri Bottas, que se reivindica un poco después de un muy mal arranque de Mundial, y de Lando Norris, que fue el piloto del día con un tercer puesto que pudo ser algo más si no hubiera sido sancionado por una acción en la primera vuelta con Sergio Pérez.

Para los españoles fue un día mejor de lo que fue el sábado. Carlos Sainz, con una buena estrategia como pasó el fin de semana anterior aquí, acabó 5º con un buen ataque final. También Fernando Alonso mejoró su puesto de parrilla, aunque después de lo del sábado solo corta parte de lo que sintió. Acabó 10º y dejó fuera de los puntos a George Russell.

Coche de seguridad en la salida

Si los de arriba no tuvieron problemas para salir, sí los hubo atrás. Mientras Max Verstappen y Lando Norris se escapaban, por detrás tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz perdieron unas pocas posiciones, hasta caer fuera de la zona de puntos. Su estrategia estaba pensada para la recta final de carrera, con medios para el asturiano y duros para el madrileño

Pero el mayor incidente lo tuvo Esteban Ocon. El francés de Alpine se quedó bloqueado entre dos coches, un Alfa Romeo y un Haas, y en el toque se le rompió una de las ruedas. Salida del coche de seguridad obligada y KO para el compañero de Alonso nada más empezar.

En la reanudación, 'Checo' Pérez pecó de inocente intentando adelantar a Norris por fuera de la curva, pero acabó en la tierra y se autodescartó por la pelea arriba. Este incidente dio alas a un Lewis Hamilton que empezó a perseguir al de McLaren en pos del segundo puesto, mientras Verstappen se escapaba.

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En la vuelta 21, justo después de que advirtieran a Norris que esa acción con Pérez de que le habían caído 5 segundos de castigo, Hamilton apretó y le arrebató la segunda posición, pero elogió la labor del prometedor piloto de McLaren: "Qué gran piloto es Lando".

Sainz juega la carta de la estrategia

Dado que por ritmo de carrera no iba a poder, Carlos Sainz apostó por intentar los puntos con estrategia como ya pasó el domingo pasado. El madrileño fue el último en hacer una parada para montar neumáticos medios (salió con duros), lo que le permitió llegar a la recta final de carrera en octavo puesto mientras su compañero Charles Leclerc se topaba con un inesperado enemigo: 'Checo' Pérez.

El mexicano, víctima de Norris unas vueltas antes, acabó haciendo lo mismo no una sino dos veces sobre Leclerc. Y como le pasó a Norris, también Pérez fue castigado.

Mientras, por detrás, Fernando Alonso iba arañando décima a décima a George Russell por, precisamente, el décimo puesto. El de Williams, máximo favorito para ser compañero de Hamilton en Mercedes en 2022, defendió esa posición con uñas y dientes, dado que era su mejor resultado con el equipo británico. No fue hasta que faltaban tres vueltas cuando el de Alpine se quitó de encima al joven, y tras una batalla memorable, se confirmó en el 10º puesto.

Sainz, 5º por puro carácter

Mientras, Ferrari tiró de órdenes de equipo para beneficiar a Sainz, que venía mucho más rápido que Leclerc, con lo que se asentó en la 7ª plaza... pero no se conformó: en la última vuelta pasó a Daniel Ricciardo, consciente de que a 'Checo' le iban a caer 10 posiciones.

Y así se produjo: nada más pasar a su excompañero en Renault y sustituto en McLaren, se metió en la zona de menos de 10 segundos para culminar un buen 5º puesto final.