La épica charla de Salva Ballesta con la que se fraguó la victoria del Algeciras en semifinales del playoff por el ascenso a Segunda

Salva Ballesta da la charla previa al partido en el vestuario del Algeciras.
Salva Ballesta da la charla previa al partido en el vestuario del Algeciras.
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Salva Ballesta da la charla previa al partido en el vestuario del Algeciras.

El Algeciras CF se encuentra en plena pelea por el ascenso a Segunda División. El conjunto entrenado por Salva Ballesta derrotó al San Sebastián de los Reyes en semifinales y ahora se enfrentará a la Real Sociedad B en la final del Playoff de ascenso. Una victoria que se fraguó desde el vestuario, con una charla motivadora del técnico que sirvió para que los suyos terminasen venciendo por 3-1, sin demasiadas complicaciones.

Con alegría y con cornetas. Ahí hay que salir hoy con las cornetas. Pom, pom, pom, pom. Un equipo, yo hablo a éste, éste pelea por mí, yo le hago la cobertura, yo tengo los cojones y voy y le digo a otro, ‘cierra conmigo para mantener el equilibrio’. Como esto no lo tengamos… muertos”, comenzaba Salva Ballesta con su arenga antes de saltar al campo para comenzar el partido. “Ese equipo, lo bueno que tiene es que nosotros sabemos lo que va a hacer cada uno de ellos. No es un equipo que te vaya a sorprender. Sí, sí, tienen intensidad, tienen pelotas, tienen todas estas cosas, ¿vale? Pero nosotros más”.

Las palabras del entrenador del Algeciras CF eran escuchadas con suma atención por sus jugadores, que parecían tomar nota de lo que decía su míster. “Y ya, si ocurre esto, que se adelante el rival en el marcador, habéis dado una lección el otro día. Encima, cuando van perdiendo es cuando mejor van jugando. ¿Vale? No quiero que echemos el partido a la puta mierda porque vayamos 0-1. ¡Que no va a ocurrir! Pero puede ocurrir, que esto es fútbol”. Pero no fue así. Los locales se adelantaron en el 2’ y comenzaron a fraguar lo que sería la victoria.

Nos jugamos mucho. Quizás, a casi todos nos pueda cambiar la vida ganando este partido. ¿Alguien lo duda?”, preguntó el entrenador a sus jugadores. “Pocos partidos se han preparado como este. Disfrutadlo. Lo que habéis conseguido, lo habéis conseguido vosotros. Nadie nos esperaba, estamos ahí. Molli, está tu padre. Tu padre lo que te tiene que dar es alegría, capacidad de uno contra uno, el buen centro. Ni tensionado ni pollas. ¿Fallas? Cuando falles me miras al banquillo y me dices, ‘míster que he fallado, cómeme los huevos’. Pero falla con dos cojones, intentando encarar, intentando irte”.

Una arenga perfecta que terminó con la frase definitiva que hizo romper en gritos y aplausos al vestuario. “Pase lo que pase, nos la suda. Hemos llegado aquí con dos cojones”. 

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