Una vez consumado el fracaso de la Superliga, aunque oficialmente sigue en pie porque nadie ha pagado la penalización por romper el contrato, como explicó su presidente Florentino Pérez, ahora queda por ver cómo recuperar lo perdido. Al menos, económicamente, porque reputacionalmente queda mucho por sanar.

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Más allá de lo que tengan que pagar por esa cláusula de ruptura, los equipos que se apuntaron a la creación de este nuevo torneo ya aportaron una gran cantidad de dinero: infraestructura, consultorías legales, renegociaciones... 

Cada uno de los doce equipos, según ha desvelado 'Daily Mail', aportó ya 8 millones de libras (9,2 millones de euros). Se desconoce cuánto de ese dinero estaba ya pagado y cuánto comprometido a futuro, cuánto han podido recuperar y si en ese fondo ya se incluía una eventual fianza por ruptura.

El contrato inicial que habían firmado les comprometía a tres años a cada uno de ellos. Según esta cláusula, ninguno de ellos podía abandonar la Superliga libremente sin penalización económica. La temprana muerte del proyecto es ahora el principal caballo de batalla de los huidos, ya que consideran que no deben pagar nada por la rotura de contrato ya que la competición ni siquiera llegó a arrancar.

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Enfrente se encuentran la oposición de Florentino Pérez, que ya explicó está dispuesto a ir a las últimas consecuencias para exigir compensación a los huidos. Esto, en parte, también explica por qué oficialmente no se ha ido ninguno. Los equipos ingleses, el Inter y el Atlético fueron claros en sus comunicados: "Nos vamos". Sin embargo, ninguno de ellos ha roto el contrato, argumentaba Pérez, por lo que siguen atados a él... hasta que paguen.