Fernando Alonso, un filón para los patrocinadores en su regreso a la F1 que ayudará a cuadrar las cuentas de Alpine

Fernando Alonso, con Finetwork, uno de sus nuevos patrocinadores
Fernando Alonso, con uno de sus nuevos patrocinadores
Finetwork
Fernando Alonso, con Finetwork, uno de sus nuevos patrocinadores

La Fórmula 1 es una de las disciplinas más caras de mantener, y la mayor carga recae en sus equipos. Mientras que la organización se encarga de obtener los beneficios y repartirlos, las escuderías que zanjan en positivo su cuenta de resultados cada año se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. 

Ni siquiera la potente Mercedes es capaz de cuadrar los números, como demuestra la demora de la renovación con Lewis Hamilton por las altísimas pretensiones económicas del heptacampeón.

Este es un factor clave a la hora de determinar el buen hacer de cada equipo. La gestión económica es una de las aristas que pueden diferenciar a una escuadra ganadora de una perdedora. Es de lógica: a menos ingresos, menos capacidad para gastar en desarrollo del monoplaza o en sueldos de buenos pilotos. Esto obliga a algunos a aceptar a regañadientes el aporte económico de los llamados pilotos de pago, como ocurre con Haas y el ruso Nikita Mazepin, que ha sido más noticia por sus demanes extradeportivos que por sus cualidades al volante.

Otros equipos, en cambio, lo hacen al revés: primero buscan el piloto y luego negocian cómo pagarle. Es el caso de Fernando Alonso y su vuelta al paddock de la mano de Alpine. En estos años en los que el asturiano ha probado en otras categorías también ha potenciado su vertiente como empresario al frente de Kimoa, la marca de ropa y complementos de estilo surfero y desenfadado que le ha acompañado como patrocinador propio en todos los coches que ha pilotado. Ahí ha hecho un auténtico máster en dirección de empresas, algo que le ha ayudado a entender la otra vertiente de la competición.

Desde el Toyota del Mundial de Resistencia (la venta de gorras de Kimoa arrasó con los récords de merchandising en 2018 y 2019 en el circuito de Le Mans), pasando por los intentos en Indianápolis o su aventura en el Dakar, su marca le ha acompañado e incluso ha ido más allá patrocinando a otros deportistas.

Alonso se ha convertido en una suerte de mecenas con Kimoa, hasta el punto de que incluso habrá un más que posible aterrizaje en el ciclismo. Pero aún así, los costes de volver a la F1 son muy altos.

Por eso, en lugar de cargar todo su sueldo (que aún así será notablemente inferior a que cobraba antaño) en lo que le puedan pagar en Renault-Alpine, Alonso ha ido recopilando patrocinadores personales con los que seguir manteniendo su nivel de ingresos sin apretar las tuercas a las cuentas del gigante francés.

Bicis, bebidas energéticas, 'telecos'... subidos en ell coche de Alonso

En la primera época de Alonso en la F1 ya se vio que era un atractivo más que notable para los patrocinadores. Telefónica, Mutua Madrileña, Lease Plan, Santander, Vodafone... Numerosas empresas se asociaron al nombre de Fernando Alonso en la época de 'vacas gordas', cuando el asturiano luchaba por victorias. Poco a poco, conforme los éxitos menguaron también lo hicieron los apoyos.

Ahora están volviendo al lado de Alonso. Lo que ha logrado fuera de la Fórmula 1, el tirón más que evidente que tiene y las expectativas de volver a verle ahí arriba han llamado la atención a varias empresas, que le apoyan como patrocinadores personales y, con ello, se subirán al Alpine A521 con el que el asturiano regresa.

Algunos ya estaban con él, como Liberbank, o MMR Bikes, mientras que otros han llegado para esta nueva etapa. Es el caso de Finetwork, un potente operador de telecomunicaciones que ha conseguido asociarse en muy poco tiempo con algunos de los puntales del deporte español como Saúl Craviotto, Sandra Sánchez, Amanda Sampedro, la selección española de fútbol o la de baloncesto.

Alonso ha sido la guinda de un potentísimo proyecto de patrocinios deportivos que ha emprendido una novedosa y exitosa empresa 100% española, algo que se echaba en falta en el actual contexto económico y financiero.

La Fórmula 1 se ha convertido en un escaparate perfecto para las bebidas energéticas, con Red Bull como máximo exponente de éxito, pero también con Monster como patrocinador de Mercedes o la sórdida Rich Energy, que salió por pies de Haas en medio de una extraña polémica empresarial. Alonso llevará al paddock una algo menos conocida, RAW, que se presenta como la primera bebida isotónica 100% ecológica del mercado

Se espera que Alonso aún anuncie unas pocas marcas más que le acompañarán en este regreso del hijo pródigo a la Fórmula 1. Queda por ver si ellos se subirán al podio también, aunque eso depende del trabajo en la fábrica. Si lo logran, podrán decir que su inversión publicitaria será todo un éxito deportivo... y económico.

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