Una de las grandes ventajas de las que gozan los pilotos de Fórmula 1 es que suelen tener, si su equipo tiene acuerdos con un fabricante, un coche de empresa de lujo. Cuando están fuera de los circuitos, los corredores van al volante de un McLaren 720s, un Ferrari F8 o un Mercedes AMG-GT R, por ejemplo.

Alonso correrá el próximo año en Alpine F1, el nuevo nombre de Renault

Fernando Alonso, que ha probado unos cuantos a lo largo de su amplia carrera (fuera y dentro de la F1), también estrenará coche de calle con su regreso al Gran Circo. Merced al cambio estratégico de Renault y la potenciación que quieren imponer a su marca deportiva, Alpine, al asturiano le hicieron entrega de su modelo estrella, el Alpine 110S.

Alpine lleva más de medio siglo creando deportivos con sello francés, y su máxima expresión es el A110, de la que han sacado una versión aún más deportiva, el A110S.

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Aunque no es un deportivo clásico (tracción delantera y motor delantero, como cualquier turismo de calle), sí es un deportivo compacto con intención de ser divertido. Con un motor 1.8 L turbo y 292 caballos de potencia, Alonso podrá disfrutar de un coche que no es ni mucho menos de los 'top' en su gama, pero sí un utilitario de lujo para lo que necesitará en su día a día.

El gran beneficiado aquí será el fabricante, claro está. Que un personaje de talla mundial como Alonso esté al volante de su deportivo estrella es un golpe publicitario que bien justifica el cambio de nombre de la escudería, el dinero del sueldo del piloto y una estrategia que conlleva la desaparición de facto del nombre 'Renault' de la Fórmula 1, ya que el 2021 no serán suministradores de motores más que de la propia Alpine.