La situación empresarial de Renault hace tambalear el proyecto de regreso de Fernando Alonso a la Fórmula 1

Fernando Alonso, en las 6 horas de Shanghái
Fernando Alonso, durante una carrera del Mundial de Resistencia
EFE
Fernando Alonso, en las 6 horas de Shanghái

El sector automovilístico será uno de los más azotados por la crisis económica que dará paso a la sanitaria. Proyectos de futuro ya se han cancelado en muchas compañías, que ya están viendo en sus cuentas de resultados la profunda depresión que ha causado este parón en la producción. Renault es uno de esos grupos.

El gigante francés se encuentra en una situación compleja. El gobierno galo es dueño de un 15% del accionariado, por lo que se deben seguir unas estrictas políticas de recortes económicos para no arrastrar los problemas a las arcas del país. Tanto es así, que incluso con la inyección vía préstamo estatal de 5.000 millones de euros, no tienen garantizada su viabilidad financiera en un futuro próximo.

El proyecto de Fórmula 1, pese a los recortes en los gastos previstos para la próxima normativa de 2022 (que ya verán su reflejo, en parte, en 2021), ya ha recibido numerosas críticas. No es viable solicitar un préstamo de tal magnitud para gastar buena parte en las carreras. Bruno Le Maire, ministro de Finanzas del ejecutivo de Emmanuel Macron, fue tajante: "Renault puede desaparecer"

Y es que ese préstamo viene con condiciones. Una de ellas es garantizar el mayor número de puestos de trabajo en Francia, lo que choca frontalmente con la intención de la ejecutiva de la marca gala en derivar parte de su producción a países como Turquía, China o Eslovenia, donde ya cuentan con factorías. El Elíseo está dispuesto a avalar ese préstamo si no supone la pérdida de empleo. De entrada, ya hay serios rumores de que o bien caerán o bien sufrirán serios recortes las factorías de Flins, Dieppe (donde se hacen los Alpine), Choisi-le-Roi y Fonderies.

Alonso, a la espera de la reunión del Consejo

Buena parte de las medidas para evitar que Renault, tanto en sus proyectos deportivos como en los productivos, dependerá de Luca de Meo. El nuevo CEO de la empresa tomará el cargo efectivo el 1 de julio y tendrá que evaluar las opciones que tiene por delante tras un histórico hundimiento en bolsa. La reunión del Consejo de Administración prevista para este viernes 29 de mayo se antoja vital.

Renault ha perdido un enorme protagonismo en la Fórmula 1. A unos resultados bastante pobres en su escudería, se unen la pérdida de suministro a Red Bull desde 2018 y a McLaren en 2021, que llevará Mercedes. Los 300 millones de presupuesto para 2019 no dieron el resultado esperado, lo que ha propiciado entre otras cosas la huida de Daniel Ricciardo.

Ante los incesantes rumores del fin del proyecto de Fórmula 1, Cyril Abiteboul, jefe del equipo, se apresuró a salir del paso con una sentencia tajante, quizá demasiado viendo las arenas movedizas que hay. "Renault tiene la intención de seguir en la F1 durante mucho tiempo", señaló en declaraciones a Autosport, en la que también ha dejado caer que los pilotos pueden ver recortes en sus sueldos, al igual que le está ocurriendo a los demás trabajadores.

Las pretensiones económicas de Fernando Alonso, que por algo tiene el caché que tiene, no ayudan en este escenario. Una Renault empobrecida no es el mejor lugar para firmar su último contrato en la Fórmula 1, por lo que no sería de extrañar que, finalmente, Alonso mire hacia otro lado, sea dentro o fuera del Gran Circo.

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