Los buenos y los malos de la primera semifinal de la Supercopa entre Valencia y Real Madrid

Luka Modric y Sergio Ramos, durante la semifinal de la Supercopa.
Luka Modric y Sergio Ramos, durante la semifinal de la Supercopa.
EFE
Luka Modric y Sergio Ramos, durante la semifinal de la Supercopa.

El estreno de la renovada Supercopa de España que se disputa en formato 'final four' en Arabia Saudí dejó una exhibición del Real Madrid frente al Valencia en la primera semifinal. En el encuentro destacaron, entre otros, los tres goleadores del conjunto blanco, pero no todos estuvieron igual de acertados.

Un ejemplo de ello fueron los jugadores del Valencia. El equipo se atascó ante la presión del Madrid y tampoco supo contener a los centrocampistas rivales, lo que derivó en una ausencia de peligro en el área de Courtois.

El de Isco fue el nombre propio del encuentro. Salió con la difícil tarea de liderar el ataque madridista sin los compañeros habituales, Bale y Benzema, y solo con Jovic como referente más ofensivo. No obstante, fue un dolor de cabeza constante para los de Celades, que no pudieron frenarle y llegó incluso a marcar el segundo tanto del partido. 

El espectacular gol olímpico de Toni Kroos, que pilló desprevenido al Valencia y también a la realización que emitía el partido, no fue lo único positivo que el alemán dejó en el campo. Su solidaridad defensiva, al igual que la del resto de compañeros, fue clave para que el Madrid dominara el encuentro de la forma en la que lo hizo.

Modric también demostró la calidad que le llevó a ser el ganador del Balón de Oro 2018, con un partido tremendamente completo y una acción de superestrella para hacer el tercer gol: recibió un pase dentro del área y no se lo pensó: media bicicleta y un rápido disparo con el exterior que pasó entre dos defensas del Valencia y superó a Domenech.

Estos no fueron los únicos jugadores que brillaron, ya que el buen hacer ofensivo de los merengues también estuvo apoyado por un Fede Valverde que sigue ganando crédito pese a su juventud y a los laterales, Carvajal y Mendy, incansables junto a la línea de cal y animándose a participar en el ataque.

En la faceta defensiva la estrella volvió a ser Casemiro, fundamental para que el Madrid no se partiera por la mitad. Su olfato táctico le permite saber dónde estar y por dónde moverse para frenar los ataques rivales, y en esta semifinal dio una auténtica lección.

Varane y Sergio Ramos se mostraron seguros en los escasos acercamientos del Valencia, mientras que Courtois apenas tuvo que aparecer y no tuvo problemas para desbaratar el peligro que se acercó a su portería.

No obstante, no todo son flores para el Real Madrid. Jovic estuvo desaparecido y desaprovechó la oportunidad de Zidane. Además, volvió a mostrarse negado de cara al gol, fallando una clara ocasión tras un remate al palo de Isco.

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