Podemos ha pedido este lunes el cese inmediato del ministro de Justicia, Rafael Catalá, y Cs le ha reprochado su "ataque personal" al juez Ricardo González, autor del voto particular que pedía la absolución de La Manada, por apuntar que éste tiene "problemas singulares" y que el CGPJ debería haber actuado. Por el contrario, el PP y, de forma mucho más explícita, el PSOE, le han respaldado.

Las declaraciones de Catalá sobre el juez que no vio violación en grupo sino "jolgorio" en los hechos probados de La Manada a una joven en los Sanfermines de 2016 han provocado dos singulares consensos en las reacciones a sus palabras este lunes.

Por una parte, Podemos y Ciudadanos ha coincidido en considerar las declaraciones de Catalá en un ataque al Poder Judicial y a la separación de poderes. Portavoces de ambas formaciones han recordado, además, que Catalá es uno de los miembros del Gobierno que ha sido reprobado por el Congreso esta legislatura.

Así, la portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso Ione Belarra, ha pedido el "cese" o la "dimisión inmediata" del ministro por "inmiscuirse" en el Poder Judicial cuestionando al juez y ha asegurado que Catalá "no entiende nada de lo que está pasando en este país".

"Miles de mujeres la semana pasada gritaron que queríamos Justicia, que queríamos vivir libres, y él, en lugar de recoger ese mandato y llevarlo donde es su competencia, el Ministerio y la Cámara legislativa, lo que hace es inmiscuirse una vez más en el Poder Judicial y cometer una falta más que le tiene que llevar a dimitir inmediatamente", ha afirmado Belarra.

En una línea parecida, pero sin llegar a pedir la dimisión o el cese, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha reprochado al ministro de Justicia "señale personalmente" al juez.

"El señor Catalá hace declaraciones en las que demuestra poco respeto por la separación de poderes. Podemos no estar de acuerdo, pero no se puede señalar a los jueces personalmente como ha hecho el ministro y decirlo lo que tiene que hacer el Consejo General del Poder Judicial", ha dicho Villegas, para quien el ministro "tiene muy poco respeto por la separación de poderes".

"Lo que debemos hacer si creemos que hay algún problema de que la sociedad no se siente suficientemente protegida, es ver cómo protegemos mejor a la sociedad, no señalando a jueces y no interfiriendo en el trabajo del CGPJ", ha insistido.

En el otro extremo, tanto PP y como PSOE han respaldado al ministro, con la particularidad de que Catalá ha sido defendido con más intensidad desde filas socialistas que desde la dirección nacional desde su propio partido.

Así, tras arremeter contra una "sentencia injusta" a La Manada y pedir consenso político para reformar el Código Penal, el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, no se ha mostrado tan rotundo con Catalá, al que, no obstante, ha defendido.

"No sé a qué se refería el ministro cuando hablaba de problema singular", ha admitido Martínez Maillo, que también se ha mostrado seguro de que "el ministro tiene mucha más información que yo".

Martínez Maillo ha vuelto rápidamente al tema de fondo, la sentencia a La Manada y el papel de este juez en concreto, para subrayar que si la condena ya fue "llamativa, imagínese la absolución" que proponía el juez Ricardo González en su voto particular.

"Las sentencias se pueden discutir o no, pueden ser objeto de crítica y ese voto particular está sometido a mucha crítica", ha dicho.

La defensa más cerrada que ha cosechado Catalá entre los principales partidos políticos ha venido del PSOE, cuyo secretario de Organización, José Luis Ábalos, se ha mostrado totalmente de acuerdo.

"No podemos estar más que de acuerdo, porque si el ministro habla así es porque se le supone mucho conocimiento de causa y si no ha ido más allá de la información que tiene, quizás sea por la prudencia necesaria", ha dicho en LaSexta.

Ábalos, cuyo partido apoyó la reprobación de Catalá en el Congreso, no ha visto en esta ocasión motivo de reproche. Según ha dicho, no cree que el ministro haya ido demasiado lejos en este caso porque "la situación exige estar a la altura de los tiempos, de las necesidades y de la alarma social que se ha creado".