Giuseppe Conte, jurista de 55 años y un gran desconocido para muchos en Italia hasta el pasado año, vuelve a ser el elegido para ejercer como primer ministro del país, esta vez con una coalición formada por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Demócrata (PD). Conte ya fue elegido el pasado año por el M5S y la ultraderechista Liga para dirigir su Ejecutivo, como figura independiente, imparcial y de consenso.

El hecho de que los dos líderes de estas formaciones, Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini (Liga), fueran designados como vicepresidentes de su gabinete fue interpretado por muchos analistas en Italia como un gesto que demostraba que Conte iba a ser una marioneta al servicio de ambos.

Pero a lo largo del último año, Conte ha sabido ganarse el respeto de los italianos y también en el extranjero, tanto es así que recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confió en las redes sociales en que siguiera siendo primer ministro de Italia, tras la crisis que generó en el país el 8 de agosto el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini.

También el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha dicho de Conte que "siempre ha sido extremadamente duro a la hora de defender los intereses nacionales de Italia, pero al mismo tiempo muy responsable en lograr soluciones europeas", y le ha llegado a calificar de "muy buen amigo".

Nacido en la localidad de Volturara Appula, en la provincia de Foggia, en la región sureña de Apulia, puede presumir de ser el primer jefe de Gobierno procedente del sur de Italia desde hace 30 años. Antes de su salto a la política en 2018, ejercía como profesor de Derecho y había publicado numerosos textos jurídicos.

Votó a la izquierda en el pasado, tal y como ha confesado en alguna ocasión, y fue elegido por el M5S durante la campaña electoral para las generales de marzo de 2018 para ocuparse del Ministerio de Administración Publica, Desburocratización y Meritocracia, con el fin de simplificar y acelerar los trámites burocráticos. Pero logró hacerse con la jefatura de Gobierno y ejerció su papel durante catorce meses con coherencia y responsabilidad, intentando solventar las discrepancias entre el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, y mostrándose respetuoso con las reglas fiscales europeas.

Fue precisamente quien dialogó con intensidad, junto con el ministro de Economía, Giovanni Tria, con la Comisión Europea a cuenta de unos Presupuestos Generales para 2019 que, si hubiese sido por los socios gubernamentales, habrían incrementado el gasto público notablemente e incluso superado el techo del 3% del déficit respecto al producto interior bruto (PIB).

Ambos también conversaron con Bruselas para evitar que Roma se enfrentara a un procedimiento de infracción por su elevada deuda pública, que en 2018 superó el 132% del PIB, y se comprometieron a adoptar medidas concretas para reducirla.

A pesar de su corta experiencia política, acumula ya dos cumbres del Grupo de los Siete (G7) países más desarrollados, la de Canadá de 2018, a la que acudió solo una semana después de jurar su cargo, y la de Biarritz (Francia) del pasado 24-26 de agosto, cuando fue en calidad de primer ministro en funciones.

Tras el estallido de la crisis política en Italia, Conte compareció en el Senado para anunciar su dimisión y para dirigir un discurso muy duro contra el responsable de la situación, Salvini, a quien acusó de irresponsabilidad institucional y oportunismo político.

Ahora, ha sido elegido por el M5S y el PD para repetir en el cargo, tras vencer las reticencias del segundo, y dirigir un Ejecutivo con voluntad de que dure a largo plazo y evite en lo inmediato elecciones anticipadas en otoño, justo cuando Roma tendrá que preparar unos Presupuestos Generales para 2020 y enviarlos a Bruselas.

Se licenció en Derecho en la universidad de "La Sapienza" de Roma y entre 1992 y 1993 fue becario en el Consejo de Investigación (CNR). Completó sus estudios en las Universidades de Yale (Connecticut, EE. UU.), además de que también hizo algunos cursos en la Sorbona de París, en la Duquesne en Cambridge (EE. UU.), en el International Kulture Institute de Viena y en la Universidad de New York.