La huelga de los controladores cobra fuerza tras romperse las últimas negociaciones

La posibilidad de una huelga de los controladores aéreos a partir del 21 de agosto ha cobrado fuerza tras la ruptura de las negociaciones con AENA, que se niega a reanudarlas mientras el sindicato no retire la amenaza de paro.

El portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Daniel Zamit mostró hoy su confianza en que los representantes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) convoquen un nuevo encuentro el próximo lunes o el martes y añadió que si no fuera así, sería el miércoles cuando el Comité Ejecutivo decidiría cuál es la posición ante el bloqueo de las negociaciones.

Si finalmente ese día se optara por la convocatoria de una huelga, ésta comenzaría como pronto el 21 de agosto, ya que el preaviso legal es de diez días.

Las negociaciones entre los representantes de AENA y de USCA quedaron rotas anoche al no aceptar este colectivo retirar la amenaza de convocar una huelga en agosto, a pesar de que ambas partes reconocieron que la posibilidad de llegar a un acuerdo estaba bastante avanzada. El presidente de AENA, Juan Lema, reiteró que las negociaciones con los controladores sólo se reanudarán si el sindicato retira la posibilidad de huelga.

Según Lema, en el encuentro de anoche varios miembros de USCA estaban de acuerdo con esta petición, si bien, afirmó, la discrepancia entre ellos hizo que el sindicato optara por que fuera el Comité Ejecutivo el que decidiera al respecto.

Lema resaltó que USCA tiene "la pelota en su tejado" y animó al sindicato a que convoque hoy mismo a su Comité Ejecutivo con el fin de retirar la posibilidad de la huelga "para que entonces sí se pueden reanudar las negociaciones". Por su parte, Zamit criticó que los responsables de AENA se negaran a continuar las negociaciones este fin de semana y añadió que es una muestra más de que no quieren llegar a un acuerdo.

Además, señaló que los responsables de AENA no quisieron continuar hablando este fin de semana "porque tenían billetes para irse" y criticó que el ministro de Fomento, José Blanco, acuse a los controladores de irresponsables cuando es la propia AENA la que no se quiere quedar estos días para seguir negociando.

En su opinión, esto es una "provocación" que puede desembocar en la convocatoria de una huelga "para que sean los controladores los que queden como culpables". Respecto a uno de los principales puntos de discrepancia, Lema aseguró que los controladores deben ajustar su salario a la jornada laboral, ya que lo que quieren "es ganar más y trabajar menos, porque piden rebajar la jornada a 1.370 horas, pero manteniendo una retribución media anual de 200.000 euros".

En vigor una nueva norma

Los controladores aéreos han planteado a AENA doce reivindicaciones sobre las que se han acercado posiciones en aquellas que afectan con menos intensidad a sus condiciones laborales, como formación, idiomas o la elevación de la edad de jubilación de 57 a 60 años.

Los principales puntos de fricción entre ambas representaciones son la eliminación de los "servicios exprés", que implican "la absoluta e incondicional" disponibilidad de los controladores aéreos los 365 días del año, y la petición sindical de que se regulen cuanto antes los períodos de actividad y descanso.

A juicio del colectivo de controladores, esos turnos deben estar equiparados a los de los nuevos proveedores de servicio de tránsito aéreo y permitir disponer de "al menos, 6 días libres al mes". Precisamente este sabado ntraron en vigor las nuevas normas de límites de actividad y descanso de los controladores aéreos que ha dado lugar, entre otros motivos, a la posibilidad de la huelga.

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